Enrique Ponce, tras su despedida de los ruedos: «Han sido sensaciones únicas, sobre todo por ver a mis compañeros sacarme a hombros»
Tras llegar al hotel a hombros al grito de ¡Torero, torero!, llegaba Ponce a su habitación, en la que estaban sus hermanos y sus padres. A su padre fue el (pen)último toro de su trayectoria en España, y se fundieron en un precioso abrazo. Después llegaron otros familiares, que abrazaban felices a un pletórico Enrique, que, toreando de salón, comentaba la corrida de hoy. Como si no fuera la última, y de ésta dependiera la temporada que viene. Rubén, su mozo de espadas, iba de un lado a otro recogiendo. «Te ha venido bien la Virgen del Pilar», le dice su tío mirando la imagen que le había regalado esta mañana. Junto a Ella, estaba una enorme capilla que más... Ver Más