Morata: «Llegó un momento en el que no podía abrocharme las botas, se me cerraba la garganta y empezaba a ver borroso»
Álvaro Morata tomó por primera vez la palabra desde su marcha del Atlético de Madrid para analizar sus peores momentos con la camiseta rojiblanca, sus problemas en la selección y los motivos de su salida rumbo a Milán. El delantero que ahora defiende los colores del conjunto 'rossonero' se confesó ante los micrófonos de 'Herrera en COPE', en una charla que se movió entre lo puramente deportivo y la salud mental , un aspecto que tuvo mucho peso en la decisión del madrileño de cambiar la Liga por la Serie A. «Lo pasé muy mal. Pensaba que no iba a poder volver a ponerme las botas y saltar a un campo», confiesa Morata durante la entrevista. «Pero gracias a muchas personas que ya les he dado las gracias muchas veces, desde Simeone, Koke, Miguel Ángel Gil el año pasado, a la gente de la selección, mi psiquiatra, mi coach... Nosotros somos lo que se ve en la tele y en las redes sociales pero es un nundo que muchas veces no es real. Tienes que dar una imagen porque es tu trabajo. Lo pasé muy, muy, muy mal, exploté y llegó un momento en el que no podía abrocharme las botas , y cuando lo hacía me iba corriendo para casa porque se me cerraba la garganta y empezaba a ver borroso». «Si no hubiera encontrado a Pilar, mi psiquiatra, a mi coach, mi familia, Iniesta, Bojan y gente que había tenido situaciones parecidas habría sido imposible», agregó. «Tres meses antes de la Eurocopa yo estaba pensando en si iba a poder volver a jugar un partido. No sabía qué me pasaba pero es muy complicado y delicado. En ese momento te das cuenta de que lo que más te gusta en el mundo es lo que más odias , es complicado», agrega. Sobre cómo afrontó esos problemas y cómo afectaron a su vida personal, Morata explica cómo le daba «vergüenza» estar con su hijos o salir a la calle. «Cada vez que salía con ellos siempre tenía algún episodio, a veces sin maldad, con la gente sobre algo que había pasado en partidos anteriores. Y, al final. ellos tampoco querían ir a la compra o cosas que hace un padre normal con sus hijos. Llegó un momento en el que me decían tantas cosas ante ellos que me daba vergüenza estar con ellos. Muchas veces no era cuestión de fútbol, yo era una broma fácil, una broma para hacer reír al que tienes al lado ». «Muchas veces he estado a punto de cruzar la línea, he intentado hacer sentir vergüenza a las personas que me decían eso, y a veces me pedían perdón. Digo que la Eurocopa me ha cambiado la vida porque se me respeta un poco más . Era una espada que tenía clavada en el pecho». Sobre en qué momento decidió pedir ayuda confiesa que lo hizo «en el momento que vi que se me iba de las manos», cuando acudía al trabajo sin alegría y « tenía que volver a casa y encerrarme y pelear con mi cabeza . Es una enfermedad como cualquier otra, es un problema real. Creo que hay gente que tiene miedo a sentirse juzgada, sobre todo los jóvenes. Hay que acostumbrar a la gente a que el psicólogo o el psiquiatra son una cosa buena». «Al final mucha gente lo sabía, pero por ejemplo de aquí la de selección no lo sabía ninguno . No me quiero imaginar cómo habría sido si la Eurocopa no hubiese salido como salió. Los doctores me ayudaron mucho, el míster... y al final lo mejor que me pudo pasar, además del tratamiento, fue convivir con los compañeros. parecía un campamento de verano, no tenía casi tiempo para pensar. Lo único que creo que se me notaba era que tenía sueños vividos, tenía sueños tan bonitos que me levantaba con ansiedad porque no pasaran de verdad. Hay tantas posibilidades que hay que hablar con especialistas para saber qué te pasa». «He estado medicado, he tomado de todo», reconoce el futbolista. «Pero tienes que ponerte en tratamiento y tener coraje, y para las personas jóvenes que me escuchen, es verdad que yo tenía de todo pero también miedo de todo. Ahora estoy bien, no me afectan las cosas, salvo lo del alcalde éste quizás , estoy feliz, pero creo que tengo que contarlo por los demás ». En relación con aquel episodio con el alcalde, Morata se refirió también a su situación personal o familiar. «En mi situación personal cualquier cosa que diga o hace tiene mucha repercusión. La gente no entiende que hay veces que las cosas terminan, hay diferentes opiniones, quiero mucho a Alice pero se acabó. No tiene que haber infidelidad ni nada. Yo estoy muy tranquilo en ese sentido». «Cuando tienes momentos duros de verdad, depresión, ataques de pánico, da igual el trabajo que tú hagas, la situación que tengas en la vida, que tienes otra persona dentro que tienes que luchar contra ella todos los días y todas las noches. Para mí era lo mejor irme de España, no lo podía soportar», argumentó el delantero. Sobre la decisión de cambiar Madrid por Milán y el fútbol español por el italiano, el internacional español aseguró que «al principio pensaba en quedarme y tenía muchas ganas de seguir en el Atlético », pero la repercusión a unas palabras suyas ante la prensa le hizo cambiar su pensamiento. «Me di cuenta en una entrevista en la que dije que no sabía si seguiría en la selección por edad, por otras cosas fuera del fútbol... y se montó una buena. Algunos escribían y en mi opinión alguna noticia fue desmedida y me di cuenta que eso en Italia no me pasa. La gente me tiene respeto más allá de que sean de un equipo u otro ». «España es el mejor país del mundo, mi situación es compleja pero es el mejor país del mundo. Cuando termine mi carrera seguro que volveré a vivir aquí». Respecto al futuro, Morata explicó que «ojalá pudiera jugar el Mundial como capitán. Cuando dije que no sabía si iba a seguir muchos compañeros y el míster me cogieron, y al final ves que eres más importante de lo que piensas y aquí estoy».