Una mujer, obligada a llamar a emergencias por el acoso de un centenar de mapaches que le pedían comida
Surrealista historia. Es frecuente que choquen las historias de personas que se encuentran con animales inesperados y/o en lugares insospechados. Serpientes en los baños u familias de osos colándose en jardines de casas unifamiliares han protagonizado noticias, pero seguramente la que esta semana ha ocurrido en Estados Unidos es todavía más curiosa. El caso se sitúa en Poulsbo (en el condado de Kitsap de Washington), donde hace unos días, el pasado 3 de octubre, una mujer se vio obligada a llamar al servicio de emergencias para que la ayudaran ante una visita un tanto inesperada: un centenar de mapaches se plantaron ante su casa de campo esperando comida. En realidad no era la primera vez que estos mamíferos acudían allí ni mucho menos ya que la mujer había estado durante casi cuatro décadas dando de comer a una familia que consideró entrañable pero nunca habían llegado tantos. La situación, que las autoridades de la zona grabaron y publicaron en redes, la sobrepasó y se vio obligada a pedir ayuda. En las imágenes, que compartió la Kitsap County Sheriff's Office, aparecen decenas de mapaches campando a sus anchas por un jardín. Es lo que un pequeño grupo de mapaches habían hecho siempre pero, como ha trascendido en medios locales y sin un motivo claro, hace unas seis semanas el número de mapaches empezó a crecer de manera considerable . Entonces, los animales empezaron a rodear a la mujer con frecuencia cuando entraba y salía de casa, fuera de noche o de día. Su comportamiento exigiendo comida empezó a ser más agresivo: algunos de ellos rascaban la fachada de la puerta, le rodeaban el coche y la perseguían. «Normalmente son agradables pero los nuevos asustan », explicó ella a la policía. La solución, durante unos días, fue que cada vez que salía de casa les tiraba comida para calmarlos. El pasado día 3 la situación llegó a tal punto que la mujer, al salir de casa, tuvo que ir a refugiarse a su coche y desde allí llamó al teléfono nacional de emergencias, el 991. Técnicos de la oficina del sheriff acudieron a ayudarla y grabaron el vídeo que se ha hecho viral. Las autoridades aprovecharon su caso para hacer un llamamiento a la población de que hay que ir con cuidado con los animales que viven libremente en el campo y han recordado que, como dicen muchos carteles, no hay que darles de comer .