Miguel del Moral vuelve a mostrar su mundo de miradas y figuras en un viaje a la Córdoba callada

Es más pequeño y no tiene la atracción de los colores, pero la exposición que este viernes se ha inaugurado en la Fundación Cajasol dedicada al pintor cordobés Miguel del Moral (1917-1998) debe empezar a verse por un dibujo, en que está el llamado Ángel del Sur, y que sostiene una leyenda cno la palabra 'Cántico' . La muestra, una de las más importantes de cuantas en las últimas décadas se han dedicado al artista, se titula así, 'Miguel del Moral. Imagen de Cántico' y quiere subrayar lo que muchos de los autores de la revista, el primero Pablo García Baena , dijeron: que en la configuración de su inverso no sólo participaron los poetas, sino también los pintores . No se limitaron a plasmarlo con el lápiz o los pinceles. Y ese ángel de Miguel del Moral, para siempre la identificación de 'Cántico', guía por la muestra, que organiza la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba comisariada por Miguel Clementson . Permanecerá abierta hasta el 11 de noviembre. Como explicó Miguel Clementson, la exposición, de carácter antológico, resume en treinta obras el espíritu de un autor que «no ha sido considerado como merece» y eso, entre otros factores, por la marginación que en las últimas décadas han sufrido los pintores figurativos en detrimento de otras tendencias. Vienen de colecciones particulares, entre otras la de su sobrina, Ana del Moral. Trajo a colación entonces un soneto de Pablo García Baena , leído con ocasión del centenario del nacimiento del pintor, y donde hablaba de «la Córdoba callada, la silente», y a eso en muchos momentos aluden obras con eco a silencio y melancolía. Miguel del Moral, en cambio, fue «fiel a su estética , que consolidó tras muchos años de esfuerzo» y en gran medida con su formación autodidacta. «Como Julio Romero de Torres, tuvo un mundo propio», resumió al hablar de un autor que casi siempre se centró en la figura humana y en la forma de representarlo. Distinguió en su trabajo tres etapas. Una es la primera madurez, en que opta por un espacio envolvente, por el uso de pátinas y también por el sacrificio del cromatismo, con una cierta influencia de la obra de Velázquez . En la segunda mira más a Zurbarán y Vázquez Díaz, y prima la geometría. La tercera, la más tardía, es aquella en la que alcanza una vibración del cromatismo y aclara también la paleta. En la exposición hay tres retratos de Pablo García Baena, uno de ellos un dibujo al carbón graso y otro de juventud, pero priman los rostros anónimos. Algunos tienen el nombre de personajes de la historia, como San Juan Bautista, Alejandro Magno o Dionysos, el dios griego del vino y los excesos, pero lo más normal son figuras humanas que relatan una histroia sencilla, y casi siempre en solitario. Es lo que sucede con 'Niña de la felpa' o 'Niña con lazos', pero también con 'Monje blanco', que parece evocar sus trabajos para el Palacio de la Merced . Clásicos en su obra son piezas como 'Arlequín con mandolina' o ' La carta ', que es un tema al que retornó. En ciertos momentos opta por composiciones algo más sorprentes, y es el caso de 'Melancolía' (una joven semidesnuda) o 'Dama con músicos' , en que sí hay un grupo de personas, cada una con una actitud distinta. La tonalidad, el ambiente y los inconfundibles rostros de Miguel del Moral, con los ojos almendrados , seguirán llamando la atención de los espectadores. Miguel Clementson habló también de sus viajes, del que hizo a París en 1952 y del que realizó a Italia en 1955, como momentos clave para su formación y para su obra, y donde recogió primero la influencia de Cezanne y más tarde la que pudo plasmar en los muchos murales que realizó. Como sucede con las exposiciones de la Real Academia de Córdoba, en las próximas semanas se publicará un amplio catálogo en el que obras y textos servirán para devolver la luz a una obra hasta ahora no siempre muy presente: a principios del siglo XXI se hizo una exposición en la Escuela de Arte Mateo Inurria y en 2017 lo hizo también la galería Studio 52 .