Lucas Vázquez, de comodín a salvavidas

Abc.es 
En su tierra comenzará mañana Lucas Vázquez una nueva etapa en su ya larga y fructífera carrera en el Real Madrid, donde acumula diez temporadas en el primer equipo. El extremo gallego, reciclado en 2019 por Zidane hacia el lateral derecho, tiene por delante una misión complicada: hacer olvidar durante un largo periodo a Dani Carvajal , de lejos el mejor '2' del mundo en los últimos quince meses. No es un reto nuevo para el canterano blanco, acostumbrado a tapar agujeros desde que regresara al Madrid en 2015, tras una brillante cesión en el Espanyol premiada con su retorno a la entidad merengue. Desde entonces, ha sido un habitual y ejemplar suplente. Siempre ha estado para lo que el grupo demandara. Jugó los primeros cinco años de extremo derecho, su posición natural, pero también lo hizo de delantero y de interior. Y desde hace cinco años, lo hace de lateral derecho, posición monopolizada por Carvajal y en la que carrileros tan buenos como Hakimi han sido incapaces de desplazar al pepinero, inutilizable para toda la temporada tras la grave triple lesión de rodilla que sufrió hace dos semanas ante el Villarreal. Lucas, como Nacho, siempre cumple, pero el gallego es mucho más que uno de esos comodines que los entrenadores saben que nunca le va a fallar. Lucas es de esa estirpe de jugadores que, siendo secundario, no tiene precio en una plantilla como la del Madrid . Se ha inculcado de los valores y el madridismo desde bien pequeño, siente el escudo y la camiseta como nadie, jamás levanta la voz, no suele bajar de un notable y mantiene muy viva la cuota de jugadores españoles, cada vez más reducida, pero de una relevancia impagable. 358 partidos y casi 20.000 minutos acumula con la camiseta del primer equipo, tiempo en el que ha marcado 37 goles y ha dado 66 asistencias, Su palmarés es envidiable, con 22 títulos, entre ellos cinco Copas de Europa , las mismas que ha ganado el Barcelona en su historia. Poca broma. Champions en las que ha dejado su huella, como sucedió en la final de Milán de 2016, con aquel penalti que abrió la tanda y que tiró después de juguetear con el balón en su mano derecha como si fuera un miembro de los Globetrotters. Una historia que se repitió en la tanda de los cuartos de final de la pasada Champions, en el Etihad , cuando cogió el balón con un malabarismo con su pie derecho y la clavó en la red de Ederson. Son los dos únicos penaltis que ha lanzado en su carrera. Para qué más. Las dos últimas semanas en Valdebebas, Ancelotti le ha mimado, sabedor de que por delante tiene unos meses tan atractivos como de alta responsabilidad. Hasta que se abra la ventana invernal de fichajes, el único lateral derecho de la primera plantilla es él. Y, salvo nuevo contratiempo en esta misma posición u oportunidad de mercado, puede que sea así toda la temporada. El Madrid no va a fichar por fichar, aunque Ancelotti se sienta más cómodo con otro '2' en la plantilla. Una función que también puede desempeñar Militao , como ya sucedió en el Oporto, o en caso de máxima necesidad, alguno de los dos chavales del Castilla, Lorenzo Aguado y David Jiménez, y la gran promesa del Juvenil de Arbeloa, Jesús Fortea, de solo 17 años, fichado de la cantera del Atlético en 2022, una vez roto el pacto de no agresión entre ambos clubes. Mientras, en el horizonte del próximo curso aparece la figura de Trent Alexander-Arnold , cuyo contrato expira con el Liverpool este verano. El capitán red tiene en mente abandonar su club de toda la vida, y es una opción que el Madrid valora seriamente, siempre y cuando llegue gratis en verano. Solo se tendría en cuenta la operación de cara al mercado invernal si el precio fuera acorde a un jugador que acaba contrato en seis meses. Ahí el Liverpool no lo pondrá fácil, pero llegará un momento en el que tendrá que decidir si es mejor sacar algo de dinero por Arnold, por poco que sea, a que se le vaya gratis en verano.

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