'Infinitas y bellísimas formas' de Tony Cragg en las Termas de Diocleciano

Abc.es 
A Tony Cragg le interesó la geología desde niño. Con nueve años empezó a coleccionar fósiles y piedras y hoy sigue haciéndolo. No estudió Arte, pero en su primer trabajo para un laboratorio de caucho empezó a dibujar. Le gustaba tanto hacerlo que, en 1969, se matriculó en una escuela de Cheltenham, al oeste del Reino Unido. Aquello fue una revelación. Entre clases de cerámica y otras asignaturas empezó un curso de escultura que marcó el principio de esta historia. Para este artista, el mundo material está en constante conversación con nosotros y todo cuanto percibimos nos afecta: «Si estoy hablando con alguien y miro su cara, percibo los detalles más sutiles». Cragg es agnóstico. Solo cree en el Arte,... Ver Más

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