Las confesiones del jerarca nazi más cruel antes de morir en el exilio: «¡Los judíos se lo merecían!»
Duró la mala hierba. Fue en 2014 cuando el Centro Simon Wiesenthal , institución destinada a documentar las víctimas del Holocausto, confirmó la buena nueva: el último gran jerarca nazi vivo, el capitán de las SS Alois Brunner, había dejado este mundo entre 2001 y 2010. Lo más llamativo es que el tipo que fuera responsable de la deportación de al menos 128.000 personas a campos de exterminio, perverso donde los hubiera, había muerto en Siria; y lo había hecho al calor del mismo régimen –el de la familia Al-Assad– que había ayudado a forjar a base de torturas tras la Segunda Guerra Mundial . Todavía se desconocen los pormenores de su muerte. Para unos falleció tranquilo; para otros tantos,... Ver Más