¿Por qué nos gusta más Luigi que Mario?
Un fontanero que se reinventa como cazafantasmas fue el punto de inflexión que terminó de ensalzar a una figura en la sombra. Luigi, el hermano del famoso icono de Nintendo, pasó de ser un secundario simpaticote a una estrella capaz de eclipsar al mismísimo Mario. La buena recepción que tiene su faceta más asustadiza en títulos como Luigi’s Mansion 2 HD, la remasterización del videojuego de 2013 que acaba de llegar a Nintendo Switch, permite comprobar lo lejos que ha llegado un personaje nacido para ser una comparsa. Pero, ¿por qué conecta tan bien con la audiencia?
“Ningún videojuego de Mario se caracteriza por tener una narrativa profunda o que busque explorar la psique de los personajes, pero en la saga Luigi’s Mansion el hermano menor está más definido” razona Salva Tabone, antropólogue e investigadore de narrativa audiovisual. Para el periodista cultural Juan T. Salas, “ver cómo enfrenta sus miedos o sacrifica su apacible calma con tal de salvar el día conecta mejor con los jugadores que ver a Mario flotando por encima del suelo del Reino Champiñón”. “Luigi tiene los pies en la tierra, es uno de nosotros”, declara.
Por su parte, Eric Rodríguez de Leyendas & Videojuegos explica que “la IP de Super Mario ha crecido tanto que su protagonista se ha quedado encorsetado en poco más que un avatar familiar y amable”, lo cual “limita mucho lo que puede decir y hacer”. “Sin embargo, esto no se aplica al resto de personajes de su universo, que tienen algo más de margen para definirse como entes independientes”, prosigue, “Luigi es uno de los que más se aprovecha de ello”.
De ahí que, a diferencia de Mario, sea mostrado con rasgos a priori negativos como ser cobarde, una característica que, empero, no aleja a la audiencia. Salas considera que, mientras que “es sencillo apoyar a los héroes perfectos que cumplen con todo aquello a lo que aspiramos, con el tiempo aprendemos a valorar a los personajes que muestran sus miedos”.
Construyendo a un ídolo asustadizo
“Su estatus de tremendo segundón, que se complementa muy bien con no ser un héroe típico” también apela a la audiencia según Tabone. Al fin y al cabo, Luigi nace de la necesidad de tener opción para un segundo jugador en los primeros títulos de la franquicia. Inicialmente su peto verde era la única diferencia, su mayor estatura y personalidad se fueron perfilando poco a poco. En juegos como Mario Party se comenta que Luigi es más inteligente, y de títulos como Super Mario Bros sabemos que salta más alto y que es más veloz, características propias frente a las habilidades genéricas de Mario.
Cuando se convierte en protagonista, su personalidad se desarrolla. Es cierto que en 1992 fue el héroe que salvaba a Mario —en un viaje que le llevaba hasta España— en el videojuego educativo Mario is Missing!, pero este no es un título oficial de Nintendo. Hubo que esperar hasta 2001 para su primera aventura canon como protagonista, cuando el Luigi’s Mansion original llegó a Gamecube, convirtiéndose en uno de los grandes lanzamientos de la consola y catapultando a la fama al de verde, que tendría que moverse por tétricos entornos para absorber los fantasmas que le aguardaban en la oscuridad solo armado con una aspiradora.
Ver cómo enfrenta sus miedos o sacrifica su calma con tal de salvar el día conecta mejor con los jugadores que ver a Mario flotando por encima del Reino Champiñón. Luigi es uno de nosotros
Esta faceta cobardica se había manifestado antes, tanto en los cómics oficiales de los 90 como en los anuncios de acción real en la época de Atari, pero aquí es dónde perfeccionan uno de sus rasgos característicos. Para Rodríguez, aunque en “Mario & Luigi podemos ver la férrea relación fraternal que tienen los hermanos, en Luigi's Mansion es donde realmente brilla su personalidad”. “Luigi no quiere estar en ese lugar, pero entre sollozos y sustos, supera los retos. Es imposible no empatizar con un personaje así”, asegura.
Para el periodista cultural, este título también es “un punto de inflexión esencial” del personaje. Señala que la remasterización de Luigi’s Mansion 2 es “una buena oportunidad para que mucha gente se acerque a la saga, como también lo fue la tercera entrega”, y resalta que “Luigi’s Mansion 2 HD supone un regreso al hogar para quienes lo jugaron en Nintendo 3DS, pero también hace las cosas muy bien para que los neófitos no perciban ninguna barrera insalvable, pues cuesta no esbozar una sonrisa durante toda la partida porque tanto el juego como su protagonista tienen un corazón inmenso”. Eso sí, sopesa que actualizaciones de clásicos como esta “se podrían hacer de forma menos agresiva con el bolsillo de los jugadores”.
El poder de una carcajada
Queda claro que para Mario el desafío está en el reto externo, pero Luigi debe enfrentarse a sus inseguridades primero para salvar a su hermano y amigos. Salas cree que por eso son “fácilmente diferenciables”. Además, el hermano menor también destaca por un notable sentido del humor: más expresivo que el protagonista, su revelador rostro y su apuesta por el slapstick, acompañadas de la acertada voz de Charles Martinet, hacen que sea divertido simplemente verlo en escena. No es casualidad que en la reciente Super Mario Bros: La película sea colocado en una situación de peligro para rebajar la tensión con las risas.
“Luigi se puede permitir mirar mal a alguien tras atinarle con un caparazón, no tiene que ser el héroe perfecto de cuento”, recalca el periodista, consciente de que Luigi se ha convertido en un querido y poderoso meme, precisamente por sus caras y personalidad. En ese sentido, Rodríguez sostiene que “Internet ha hecho buena labor con él, cosas como el ‘Luigi wins by doing absolutely nothing’ [Luigi gana sin hacer absolutamente nada] o el ‘Luigi Death Stare’ [La mirada de la muerte de Luigi] de Mario Kart han generado oleadas de apreciación al personaje nacidas del humor roto de Internet”.