Europa mandará la sonda espacial Ramses a estudiar un asteroide de casi 400 metros que 'rozará' la Tierra en 2029

Europa mandará la sonda espacial Ramses a estudiar un asteroide de casi 400 metros que 'rozará' la Tierra en 2029

El 13 de abril de 2029 el asteroide 99942 Apophis pasará a menos de 32.000 kilómetros de la Tierra. Las posibilidades de que el cuerpo celeste toque nuestro planeta es de cero, según la Agencia Espacial Europea (ESA), pero el pedazo de roca, del tamaño de los cruceros grandes –375 metros–, pasará muy cerca en términos del universo: a 32.000 kilómetros. Más cerca de lo que orbitan los satélites geoespaciales (a 36.000 kilómetros). Tan cerca como para distinguirse a simple vista en una noche oscura desde buena parte del planeta, explica la Agencia europea.

La ESA va a aprovechar esta oportunidad para dar un pasito más hacia la respuesta a una pregunta que ocupa a las agencias espaciales de todo el mundo desde hace tiempo: ¿podríamos hacer algo en el caso de que un asteroide potencialmente devastador fuera a impactar contra la Tierra? Una pregunta que se realizan con más insistencia desde hace hoy exactamente 30 años, cuando se registró un violento impacto de varios fragmentos de asteroide contra Júpiter. De momento, no es una preocupación urgentes de los astrónomos: está descartado que pueda ocurrir en los próximos cien años, explica la ESA.

Pero Apophis es un “fenómeno natural extremadamente raro”, como lo define la ESA, que la Agencia quiere aprovechar para generar conocimiento. Para ello, el organismo ha anunciado este martes que enviará una sonda dentro de su programa de defensa de la Tierra que se acercará al asteroide y lo acompañará durante su “seguro, pero excepcionalmente cercano” paso a nuestro planeta.

La sonda Ramses (acrónimo de Misión rápida Apophis para la seguridad espacial, en inglés) permitirá a los científicos “estudiar el asteroide a medida que la gravedad de la Tierra altera sus características físicas”, según ha informado la ESA. “Sus hallazgos mejorarán nuestra capacidad para defender nuestro planeta de cualquier objeto similar que se encuentre en curso de colisión en el futuro”, añade la agencia.

La ESA explica que un asteroide de este tamaño pasa tan cerca de la Tierra cada 5.000 o 10.000 años, lo que habla de lo excepcional del fenómeno y de la oportunidad que ofrece, según la ESA. “Todavía queda mucho por aprender sobre los asteroides pero, hasta ahora, hemos tenido que viajar a las profundidades del Sistema Solar para estudiarlos”, ha explicado Patrick Michel, director de investigación del CNRS en el Observatorio de la Costa Azul en Niza. “Por primera vez, la naturaleza nos trae uno y realiza el experimento ella misma. Todo lo que tenemos que hacer es observar cómo Apophis es estirado y comprimido por fuertes fuerzas de marea que pueden provocar deslizamientos de tierra y otras perturbaciones y revelar nuevo material debajo de la superficie”, añadió.

La nave espacial realizará un estudio exhaustivo del antes y el después de la forma, superficie, órbita, rotación y orientación del asteroide. Al analizar cómo cambia Apophis durante el sobrevuelo, los científicos aprenderán sobre la respuesta de un asteroide a fuerzas externas, así como sobre su composición, estructura interior, cohesión, masa, densidad y porosidad.

Todas estas son propiedades muy importantes para evaluar la mejor manera de desviar un asteroide peligroso de su curso de colisión con la Tierra. Como los asteroides también son cápsulas del tiempo formadas hace más de cuatro mil millones de años, los datos de Ramses también ofrecerán nuevos conocimientos científicos sobre la formación y evolución del Sistema Solar.

Ramsés debe lanzarse en abril de 2028 para permitir una llegada a Apophis en febrero de 2029, dos meses antes de su paso junto a la Tierra. Para cumplir con este plazo, la ESA solicitó permiso para comenzar los trabajos preparatorios de la misión, un permiso que le ha sido otorgado por la junta del programa de seguridad espacial.

“La humanidad puede redirigir un asteroide”

La ESA cuenta en la nota que ha publicado que la Tierra está preparada para un posible impacto. “La colaboración internacional entre el impactador de asteroides DART de la NASA y el detective de asteroides Hera de la ESA está demostrando que, en principio, la humanidad puede redirigir un asteroide si es necesario. Pero para reaccionar ante un peligro real, debemos poder crear y desplegar una respuesta rápidamente”, explica la agencia.

Richard Moissl, director de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, explica: “Ramsés demostrará que la humanidad puede desplegar una misión de reconocimiento para encontrarse con un asteroide entrante en tan sólo unos años. Este tipo de misión es la piedra angular de la respuesta de la humanidad a un asteroide peligroso. Primero se lanzaría una misión de reconocimiento para analizar la órbita y la estructura del asteroide entrante. Los resultados se utilizarían para determinar la mejor manera de redirigir el asteroide o descartar que no haya impactos antes de que se desarrolle una costosa misión deflectora”.

Con Apophis no se llegará a ese extremo, pero si fuera de camino a la Tierra tampoco tiene el tamaño como para ser definitivamente fatal para el planeta, según han calculado los astrónomos. Los científicos creen que para ello sería necesaria una roca enorme, de entre 11 y 12 kilómetros de diámetro.

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