Ecologistas denuncian a la Guardia Civil una "masacre" de gorriones y jilgueros en Huelva al destruirse un centenar de nidos
Ecologistas en Acción de Huelva ha denunciado ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil una “una masacre de gorriones y jilgueros” en la localidad onubense de La Palma del Condado durante unos trabajos de poda y arboricultura“. La organización calcula que se han destruido un centenar de nidos de aves protegidas, lo que ha provocado el fallecimiento de muchas de las crías que se encontraban en ellos.
En una nota de prensa, los ecologistas han remarcado que “la destrucción de nidos y hábitats es constitutivo de delito según las leyes y el Código Penal español”, por lo que la organización ha puesto los hechos en conocimiento del Ayuntamiento local, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y el Seprona, “para que investiguen lo ocurrido y se depuren responsabilidades”.
Ecologistas en Acción, Mujeres por Doñana y el Colectivo Rastrea han realizado una visita y calculan que “la masacre afecta a más de cien nidos de gorriones y jilgueros, con cuatro o cinco pollitos en cada uno de ellos”. “Sólo en el parque Manuel Díaz de la localidad se han contabilizado 38 nidos destruidos. Ambas especies están incluidas como Especie Reproductora en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría LC [preocupación menor]”.
“Por la fecha en que estamos, de cría de las aves urbanas, está prohibido molestar, retirar los nidos o destruirlos así como sus hábitats, por las leyes europeas, nacionales y por convenios internacionales. SEO/BirdLife calcula que entre 2008 y 2018 las poblaciones de gorriones descendieron en España un 21%, lo que significa 30 millones de gorriones menos”, han añadido.
Trabajos en época de cría
Ecologistas recuerda que “los arbolistas podadores de palmeras y naranjos, que deben de conocer la normativa relativa a su profesión, están realizando estos trabajos de poda tirando y destruyendo los nidos”. A esto se une que las personas trabajadoras que van detrás recogiendo los restos caídos, para su depósito en vertedero o quema, “no hacen distinción ni se preocupan por recoger los pollos que no han muerto en la caída o no se están comiendo las hormigas y los barren también”.
Además, han apuntado que estos trabajos de arboricultura “se están realizando a destiempo” ya que el sector forestal y de arboricultura y jardinería, explican que la época recomendada para la poda de árboles y ramas es de octubre a marzo. Esto es debido a dos factores determinantes: por un lado con calor, en verano, el árbol está trasladando los nutrientes desde las hojas a las raíces, no soportan las podas y se debilitan más que en invierno; por otro lado, las aves urbanas que anidan en los árboles de las calles y parques están en plena época de cría entre final de marzo y septiembre.
En particular, según los Estándares Europeos de Poda de Árboles, traducidos por la Asociación Española de Arboricultura, se recomienda la poda de hojas secas de palmeras tras las heladas en zonas donde las haya, pero no en verano, para evitar plagas (picudo rojo) y enfermedades.
Juicio por destruir nidos
En este contexto, la organización recuerda que la legislación “prohíbe dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a todos los animales silvestres”. Además, señala que “desde su última modificación del año 2015, el Código Penal considera una pena de prisión de hasta dos años para quien destruya las especies silvestres o realice actividades que impidan o dificulten su reproducción o migración”.
La organización ecologista ha recordado el juicio celebrado en Huelva la pasada primavera contra un pintor “que destruyó diez nidos de aviones en plena cría en 2022 en Aracena”. “Este profesional incumplió normas que debe cumplir en el ejercicio de su trabajo, y ha sido condenado, sancionado con el pago de una multa de 60 euros por nido destruido, e inhabilitado para el ejercicio de la caza”.