Bayern de Múnich - Real Madrid (2-2): El Bernabéu decidirá

Bayern de Múnich - Real Madrid (2-2): El Bernabéu decidirá

Gran partido entre dos de gigantes de Europa. El Real Madrid y el Bayern se jugaron de tú a tú en la Champions

Será en el Santiago Bernabéu donde se decida la eliminatoria entre dos equipos que son historia pura del fútbol europeo y mundial, dos clubes que además se han adaptado a los tiempos modernos para seguir compitiéndose y para seguir midiéndose en choques tan igualados como el que se vivió en el Allianz Arena. Terminó en un empate, que es como combate nulo, lo que deja todo abierto, toda la emoción, todo el apetito por saciar dentro de una semana.

Es un lujo poder ver otro partido entre estos dos imperios futbolísticas con todo aún por decidirse. Se han visto tantas veces que puede que se hayan mimetizado. Decía Tuchel que el Madrid te hacía un gol cuando no lo esperabas y bien que lo vivió en el comienzo del partido. Lo que no dijo el entrenador del equipo alemán es que el Bayern te puede hacer lo mismo y dar la vuelta al partido en cuatro minutos, algo que en Europa lleva la firma del Real Madrid, pero que el Bayern demostró que sabe hacerlo tan bien como su rival español.

Eso fue el partido, un toma y daca, un dominio alterno, que mucho tuvo que ver con la confianza que fue dando el resultado. Lo que demostró el choque es que cuando se miden ambos rivales no hay favorito y es cierto que jugar en el Bernabéu puede dar cierta ventaja al Madrid, pero también es verdad que pocos equipos en el mundo tan orgullosos como el Bayern.

Lo es tanto que no faltó a su tradición de salir a por el rival como si se acabase el mundo. No puede por darse sorprendido el Real Madrid porque han sido muchos partidos allí, pero sí que se le puede echar en cara que le costó mucho reaccionar. Lleva tantos partidos solucionados desde su poderío defensivo que parece que no le importa echarse atrás a que pase la tormente. Ancelotti fue a lo más clásico: Nacho junto a Rüdiger y Tchouameni en el centro del campo, aunque lo retrasaría en la segunda parte. En la derecha estaba Lucas Vázquez y no Carvajal. Y eso le pesó al Madrid todo el partido, sobre todo en la segunda parte.

Antes, el Bayern quiso amedrentar al rival, como hace con todo, como si fuese un bombardeo. Y frente a eso, el Madrid estuvo demasiado impreciso en la salida del balón y sin soluciones para vietar los continuos remates, no peligrosos, pero sí insistentes. Llegó a rematar hasta siete veces el Bayern antes de que el Madrid pudiese mirar hacia la portería contraria.

 

Eso sí, cuando lo hizo fue mortal. Para llega a ese remate tuvo que aparecer Kroos a dejar una lección magistral de lo que es un centrocampista con personalidad y capacidad para cambiar el partido. Recordó al Fernando Redondo de Dortmund. Ese tipo de jugador que pide a sus compañeros la pelota, que siempre está para recibir de cara y que decide a qué ritmo se juega el partido. El alemán del Real Madrid, que volvía a su casa, probablemente provocó un ataque de nostalgia en su ex afición. De repente, el Bayern había perdido la fiereza, el Madrid encontraba la pelota y Vinicius le enseñaba por primera vez a Minjae lo que es competir de verdad contra los buenos: un suplicio. Le arrastró al centro del campo y después le ganó la espalda con una facilidad asombrosa. Kroos le puso el balón al hueco con la sabiduría y elegancia que sólo tienen los elegidos. A sus 34 años hay pocas dudas de que se ha ganado otra temporada más en el Real Madrid. Lo necesita.

El gol de Vinicius cambió el partido. Era ya del Madrid, que quizá estuvo demasiado conservador, sin prisa. Le faltó mordiente, quizá porque Bellingham pasó por el encuentro de puntillas y hasta fue sustituido. Ha llegado agotado a este momento de la temporada, pero el Madrid aún requiere de su último aliento.

Los cambios que cambiaron, valga la redundancia, el partido fueron los de los extremos de Tuchel. Puso a Musiala y a Sané a jugar a pierna cambiada, a diferencia del primer tiempo, y descosieron al Madrid. Sané acabó con el mito de Mendy en esta Champions y Lucas Vázquez vivió una pesadilla en su lado con la nueva estrella del fútbol alemán. Un cañonazo y un penalti cambiaron e partido.

 

Sin embargo, faltaba el último truco de Vini, ya con Modric y sin Kroos (porque ahora ya nunca juegan juntos). Se inventó un pase a Rodrygo y Minjae y le tiró para pararle con un penalti. Vini puso el justo empate.

Así vivimos el encuentro minuto a minuto:

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