Carlos Alcaraz: «Elegiría el oro olímpico antes que revalidar el título en Wimbledon»

Pasó una buena noche el campeón de Roland Garros , el inicio de su propio principado en París con 21 años y 36 días. Un horizonte en blanco para dibujar todos los trofeos que quiera, pues, por el momento, no aparecen en el camino rivales a su altura para detenerlo. Cayó el italiano Jannik Sinner y cayó el alemán Alexander Zverev , en esa final a cinco sets que es ya la más larga de la historia de la Philippe Chatrier. En un lunes de mudanza, trajín en el recinto de tenis porque los camiones van desmontando veinte días de pasión tenística, llega Carlos Alcaraz, de traje negro riguroso que así lo exigen ya su estatus, Louis Vuitton y Rolex. Se pasea por el recinto donde ha hecho historia en este 2024, y después de atender a otros medios internacionales, hay sesión de fotos de portada con la Copa de los Mosqueteros en la misma pista Philippe Chatrier donde logró su último hito . Cerrado el techo porque se une París a la despedida del torneo con la lluvia con la que lo recibió hace quince días. Noticias Relacionadas estandar Si Carlos Alcaraz conquista su primer Roland Garros El equipo que sostiene al campeón Laura Marta estandar No «Grande» La efusiva felicitación de Rafa Nadal a Carlos Alcaraz por su primer triunfo en París Javier Corcuera estandar No Roland garros La brutal dejada de Alcaraz que puso en pie a la Philippe Chatrier Javier Corcuera estandar No Clasificación de la ATP Sinner, nuevo número 1 y el español se coloca en segunda posición Laura Marta Después, se relaja un poco Alcaraz, cumplido el sueño de aquel chaval de 12 años que dibujaba el trofeo, aquel chaval que ya no es. Aunque aguante esa sonrisa inocente, de oreja a oreja, por fin desatada esa expresión tan suya porque la copa, cuando se despertó esta mañana, seguía a su lado. La que mantiene cerca y mira de reojo de vez en cuando a la hora de atender a los medios españoles desplazados a París entre los que se encuentra ABC desde el primer día. -¿Cómo ha pasado la noche un campeón de Roland Garros? -Ayer lo celebré con mi familia y con mi gente de Murcia, con mis amigos. Fuimos a cenar e hice todo lo que no he hecho durante el torneo: comí lo que no estaba comiendo, con el tema del gluten -reducido para mejorar el rendimiento-, solté el pie del acelerador, y me solté un poco. Brindé con champán, que era la ocasión. Pero me fui temprano a dormir. Hoy en una nube. -¿Ha dormido con la copa? -No, no he dormido con la copa. Se la dejé a mi padre que la disfrutara también. -Es el más joven en completar los Grand Slams de las tres superficies, antes que Nadal, Federer y Djokovic. ¿Se considera mejor que ellos a su edad? -He visto vídeos, pero con unos 'highlights' no puedo compararme con ellos cuando tenían mi edad. Pero no importa lo que haya conseguido a esta edad si me estanco aquí. Quiero seguir creciendo en la carrera y llegar a donde están Djokovic, Rafa, Federer. Los buenos y los cracks han seguido mejorando en su carrera hasta llegar a los 37 y 38 años todavía. -¿Se ve jugando hasta los 38? -Por qué no. -¿Cómo se gestionan con esa edad los éxitos que está consiguiendo? -Hay que disfrutar este tipo de momentos. Después de todo el trabajo y el sufrimiento para ganar este tipo de trofeos, lo tienes que compaginar con el disfrute. Voy aprendiendo; aunque todavía tenga 21 años, me estoy conociendo: qué necesito y qué no, cómo hacerlo o cómo no hacerlo. Me doy cuenta de que hay que compaginar el trabajar y el sufrir con ese descanso y esa libertad; y hacer lo que te gusta, sentirte no tenista y ser un chaval normal. Te ayuda a aislarte y a despejarte para volver a la pista a tu cien por cien. -¿Con qué tres imágenes se queda del día de ayer? -La primera, preparándome antes del partido. Una hora antes. En la rutina de los vendajes, todos en la sala del fisio, y comentando un poco, y sobre todo haciendo bromas, que la tensión se podía cortar con una tijera. La segunda, cuando subí a celebrarlo al box, a darle el abrazo a toda mi gente. Y la tercera, después del partido, con todos cenando y celebrando la victoria. Futuro «No importa lo que he conseguido si me estanco. Quiero seguir creciendo y llegar a donde están Djokovic, Rafa, Federer» -¿Ninguna del partido? -Soy muy de vivir los momentos con mi gente. Ese momento de todos juntos previos y después es con lo que más me quedo. -¿Qué cree que necesita para aspirar a ser el mejor de la todos los tiempos? -Yo creo que sobre todo la cabeza. Aguantar 16, 17 años en lo más alto de tu nivel, peleando por grandes títulos año tras año tras año, y lidiando con la presión y las lesiones es algo fuera de lo normal. Esa continuidad es algo que muy pocos logran. La fortaleza mental y la cabeza es lo que hará que el día de mañana pueda estar en el debate del 'goat' (Greatest of all Time). -Ha pasado una época complicada con el brazo, ¿cómo fueron aquellos momentos de ver que le dolía y que no se pasaba? -No llegó a ser angustia. En Madrid jugué cuatro partidos y ya me lo noté, y eso que era a tres sets, partidos mucho más cortos. Eso te provoca incertidumbre de cómo va a reaccionar en un Grand Slam al mejor de cinco. Pero conforme pasaban las rondas me iba sintiendo bien, sin dolor pero con precaución. En semifinales fue cuando ya no me tenía que cohibir para pegar la derecha a un 80 o 90 %. Me dije 'si me rompo o me duele, que sea aquí'. No era hora de tener miedo, sino de confiar en el trabajo que había hecho y olvidarme de todo. -¿Llegó a ver peligrar algo? -El brazo derecho lo usas para todo, yo que imprimo mucha velocidad y fuerza en cada golpe. El antebrazo sufre mucho. Es una zona en la que me preocupaba mucho por si no me podía recuperar al cien por cien. Si en Madrid me molesta en cuatro partidos, no puedo ir a Roma… Ha habido momentos de tomar decisiones muy difíciles, de no jugar torneos que tenía especial ilusión, lidiar con cómo voy a llegar y si voy a llegar. Hice pruebas y llegamos aquí con todo hecho para estar lo mejor posible, pero yo tenía en la cabeza ese miedo de que no fuera suficiente. Mentalmente fue una angustia. -Comentó que había aprobado la asignatura de la mentalidad, ¿ya para siempre? -Se aprende más de las derrotas, pero tienes que aprender de todo. De los que he ganado en este torneo he aprendido que un Grand Slam se gana con mucha fortaleza mental. Aunque estés impecable, si no estás fuerte de cabeza no puedes ganar un Grand Slam. El año pasado suspendí clarísimamente esa asignatura, pero vinimos con los deberes hechos y lo hemos podido hacer mucho mejor. Lo he aprobado, pero no con matrícula. Es un trabajo que mejorar y seguir creciendo. Después de este torneo he hecho un muy buen trabajo. -¿Es más de llorar de felicidad o de frustración? -Soy más de llorar por frustración que por felicidad. No lloro mucho y con el tema de la lesión sí que he llorado un par de veces cuando tuve que perderme torneos que me hacía mucha ilusión jugar. -Por el momento le va todo muy bien en la pista, ¿hay algo malo en la vida de Alcaraz? -No es un camino de rosas. El tema profesional y personal tiene que lidiar con cositas. Pero me considero una persona muy feliz. En la vida deportiva está yendo muy bien y también en la personal. No tenemos grandes preocupaciones fuera de lo que sea el tenis. Y eso ayuda a vivir cómodamente y tranquilo. De momento muy feliz de tener también a la gente que tengo alrededor y de vivir todo esto con ellos. -¿Qué le haría más ilusión: revalidad Wimbledon o una medalla en los Juegos? -Es complicado decidir. Pero diría que los Juegos porque son cada cuatro años y representas a tu país y a todos los españoles. Cuando vuelva aquí tendré flashbacks. Puede ser muy bonito, mis primeros Juegos cuarenta días después de mi primer Roland Garros. Yo elegiría un oro olímpico. Vida personal «Me considero una persona muy feliz. La vida deportiva está yendo muy bien y también la personal. No tengo grandes preocupaciones» -Ha ganado tres Grand Slams, ha sido número 1, ¿le parece ya normal o sigue siendo algo extraordinario? ¿Cómo lo vive también su familia? -Lo seguimos viviendo con la máxima ilusión. Yo veo vídeos que salen cuando yo era pequeño aquí en París, viendo Roland Garros en unas pantallas en la torre Eiffel; y años después estar levantando la Copa son momentos bonitos. Aquel niño de 12 años se sentiría orgulloso de saber que unos años después iba a conseguir su sueño. Lo estoy viviendo así, como un sueño. Sobre todo este torneo que es superespecial, que siempre lo seguía por la televisión; el torneo que veía desde pequeño. Aunque este sea el tercer Grand Slam o fuera el décimo, lo viviré como si fuera el primero. -Acaba de ganar Roland Garros, pero ¿qué tiene en mente para las próximas semanas? -Queens, Wimbledon y los Juegos. Ese es el calendario más próximo si todo va bien. Si no va muy bien en hierba, nos adaptaremos y hablaremos para ver qué hacemos. Es hierba, bolas duras, va a ser complicado. En Wimbledon 2022 me vino el problema del codo, tuve que ponerme la bracera también; no sé si me la pondré ahora en hierba o no. Serán mis sensaciones de cómo me vea.

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