Portugal - Francia (0-0): Mbappé espera a España
Portugal y Francia han jugado un disputado partido, correspondiente a los cuartos de final de la Eurocopa 2024
Hay jugadores a los que se les tuerce el futuro y no hay manera de enmendarlo. Joao Felix está a paso de fichar por el Benfica, tras su paso discretísimo por el Barcelona y más polémico (pero no más satisfactoria futbolísticamente) por el Atlético. Joao Felix no es titular con Portugal, pero salió en la prórroga y tuvo un remate de cabeza que se fue al lateral de la red. Después, tiró un penalti, en la tanda que resolvió un partido igualado y seco de goles.
Diogo Costa no paró como en la anterior eliminatoria, así que un falló decidía el pase y, por tanto, el rival de España en las semifinales: sólo se equivocó Joao Felix, que mando su tiro, demasiado colocado al poste. El único error, todos los demás marcaron, como vengándose de los minutos anteriores.
El choque se había planteado como un duelo entre Cristiano Ronaldo y el que parece su heredero, Kylian Mbappé, y más ahora que es jugador del Real Madrid. Pero una cosa es lo que se anuncia, lo que se espera y otra lo que sucede, los hechos. Y los hechos som que Cristiano Ronaldo no está para nadie, pero sigue siendo intocable para Roberto Martínez, que va cambiando jugadores evitando cualquier lío con su veterano futbolista. Pero pasó por el partido sin dejar nada, otro tiro libre sin marcar (1 de 60) en grandes torneos internacionales. Marcó su penalti, el primero de la tanda, y puso cara de orgullo, aunque también puede que fuese de alivio.
Tampoco su heredero estuvo a la altura. Ni siquiera acabó el choque porque Deschamps le quitó en la prórroga. Mbappé no hizo nada, quizá peleado con la máscara o fuera de forma, como él reconoció el día antes. Hace que arranca como cuando arrancaba de verdad, pero es falso: pierde la pelota, tropieza, lo deja pasar, lo intenta un rato después y se da por vencido. Y, con él, por lo visto, Deschamps.
El entrenador francés da vueltas al ataque del equipo, porque lo cierto es que lo de Francia con los goles es un drama. El primero que lo pagó fue Griezmann, en la fase de grupos; contra Portugal el suplente fue Thuram y también Dembélé, que ya habíar perdido el sitio antes. Dio igual, Francia no sabe atacar, estaría bien que se diesen cuenta. Lo mejor, lo único, llegó cuando salió Dembélé y agitó el ataque. Sus jugadas acabaron en nada: en parte porque se precipitaba en el disparo y en parte porque antes de lanzar en otras ocasiones, se la dio a Mbappé, como si le diese cosa no pasársela al que tiene que ser la figura del equipo.
Arriba experimenta Deschamps, pero el problema nace más abajo, en el centro del campo, donde Tchouameni y Kanté son fijos y contra Portugal estuvo Camavinga por la lesión de Rabiot. El madridista le dio más dinamismo, aunque no mucho más criterio. Incluso tuvo un remate que casi fue gol, en esos minutos de inspiración de Dembélé, cuando Francia parecía capaz de generar peligro y se creía capaz de marcar goles. Una ilusión.
Mereció más Portugal, pero Francia luce al mejor portero del campeonato, Maignan, que detuvo las llegadas lusas. Algunas por su méritos, otras porque los delanteros de Roberto Martínez remataron con más prisa que tino. Leao un rato y Conceiçao cuando salió hicieron daño a una Francia que se sintió insegura muchos minutos. La salvó su portero y en la tanda, el palo. Ahora, se mide a España.