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1,500 niños visitaron el centro de la ciudad para disfrutar de lo que ofrece

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Por segundo año, el grupo “My Block, My Hood, My City” reunió a más de 1,500 niños de toda la ciudad para disfrutar de un día en el Loop en un evento llamado “Downtown Day” o Día en el Centro.

Más de 30 grupos ayudaron a organizar el evento, que ofrecía entrada gratuita a varias atracciones del centro de la ciudad, como el Shedd Aquarium y el Art Institute. Cada participante recibió una tarjeta de regalo de $50.

El día comenzó con un encuentro en el Harris Theater, donde jóvenes artistas de Jungle Gym, un grupo de danza que salta cuerda Double Dutch, y el Happiness Club, ofrecieron un espectáculo para una sala repleta.

Los miembros de “My Block, My Hood, My City” se dirigieron primero a la multitud para contarles en qué consistían los eventos del sábado: una idea para “llevar a los niños al centro”, pero también un recordatorio para que ignoren a cualquiera que les trate como si no pertenecen.

“Verán a algunas personas que se creen de Hollywood que los verán a ustedes y que les torcerán los ojos. Dirán váyanse de mi cuadra, regrésense a su vecindario, váyanse de mi ciudad”, dijo el fundador Jahmal Cole. “Esta es tu ciudad, no dejes que nadie te la quite... Todos los presentes son arquitectos de su propio destino”.

Violet Miller/Sun-Times y Violet Miller/Sun-Times
Violet Miller/Sun-Times  and  Violet Miller/Sun-Times

Monse Ayala, organizadora de Increase The Peace y residente de toda la vida en Gage Park, no ha ido mucho al Loop.

“Mi tiempo en el centro era para trabajar”, dijo Ayala, de 30 años, refiriéndose al trabajo y a la escuela.

Hasta hace unos cuatro años, Ayala dijo que no había hecho muchas cosas consideradas parte de la experiencia de Chicago, como tomar un taxi acuático. Dijo que darles a los niños acceso a experiencias comunes para quienes tienen “un poco más de dinero en el bolsillo” ayuda a reducir una brecha cultural y económica.

El programa da a los niños la posibilidad de decidir dónde quieren visitar o gastar su dinero, ofreciéndoles cierto nivel de independencia y elección.

“Les da capacidad de acción, que es algo de lo que carecen muchos de nuestros vecindarios”, dijo Ayala. “Más que nada les recuerda que importan y que esto forma parte de su comunidad”.

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Monse Ayala, organizadora de Increase The Peace y residente de Gage Park de toda la vida, y Bethzy Mondragón, de 18 años, arman Legos juntas en el Chicago Architectural Center.

Violet Miller/Sun-Times

El mes pasado, el concejal Brian Hopkins (2º) propuso un toque de queda a las 8 p.m. en el centro de la ciudad después de que una pareja fuera atacada por un grupo de adolescentes. El alcalde Brandon Johnson se opuso.

“Mis pensamientos y oraciones están siempre con las personas que han sido víctimas de la violencia. Es horrible. Te cambia la vida", dijo Johnson sobre la propuesta en junio. "Pero todos los datos indican que establecer toques de queda arbitrarios no conduce a ningún resultado positivo. Tengo que hacer lo que funciona. Ayudar a los jóvenes a encontrar su propósito es lo más importante que podemos hacer como gobierno”.

En el pasado, los toques de queda y la forma en que los adolescentes se reunían en grupos en el centro de la ciudad tenían un efecto en ellos, dijo Ayala, y a menudo servían para reforzar los temores que la gente tenía de los jóvenes.

“Por desgracia, se lo creen, han crecido con esta narrativa que no es la suya”, dijo Ayala. “Cuando pueden ir a algún sitio y sentir que forman parte de la ciudad y que importan, realmente no puedo describir [el impacto], pero ha faltado... Si no proporcionamos continuamente estas oportunidades a nuestros jóvenes, van a seguir cayendo en esta narrativa falsa”.

Leo López, un joven de 18 años que creció en La Villita, suele ir al Loop con su familia para “simplemente disfrutar de un día juntos”.

No asistió a ninguna de las actividades del día, sino que optó por pasear, con el objetivo de encontrar nuevos lugares y jugar al voleibol en el Parque Maggie Daley.

“Me entusiasmaba más entrar en el centro”, dijo López. “Es como: ‘Increíble, que tengamos esto en mi ciudad’”.

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Leo López (derecha), un joven de 18 años que creció en La Villita, juega voleibol con otros en el Parque Maggie Daley durante el Día del Centro de “My Block, My Hood, My City”.

Violet Miller/Sun-Times

López comentó que la gente de su edad no siempre se acepta por lo que es, y que la concentración de riqueza, poder y privilegios en el centro de la ciudad puede agravar esta situación, creando un sentido de asimilación forzada.

Cree que la gente debería ser más abierta sobre sus diferencias —de vecindario, de cultura, de edad o de cualquier otro tipo— e incluso apoyarse en ellas como forma de celebración.

Traducido por Gisela Orozco
para La Voz Chicago

“No todas las personas se sienten seguras [de venir al centro]”, afirmó López. “Creo que la gente debería expresarse más. Chicago es conocida por tener gente de todas partes... Sólo tenemos que hacerle saber a la gente que será aceptada”.

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