La mayoría de líderes de las Escuelas Públicas de Chicago quieren que Pedro Martínez siga en su puesto
Mientras se especula sobre si el director ejecutivo de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) Pedro Martínez podría ser despedido tan pronto como esta semana, cientos de directores y subdirectores están expresando apoyo por su sitiado jefe.
Los líderes escolares de toda la ciudad volvieron a publicar el lunes una carta que se compartió originalmente en agosto, esta vez con un par de cientos de firmas más, pidiendo a la Junta de Educación que mantenga a Martínez en su puesto.
Más de 670 directores y subdirectores —casi dos tercios de los 1,100 que hay en CPS— elogiaron a Martínez e instaron a la junta a “no tomar ninguna decisión de personal que afecte a la alta dirección de CPS”.
“Nuestras opiniones y voces deberían importar para el futuro de nuestro distrito”, dijo el grupo. “Un cambio de liderazgo sería una decisión basada en intereses políticos, no en el interés de los estudiantes”.
Cuando se le preguntó qué pensaba sobre la carta en una conferencia de prensa no relacionada el lunes, el alcalde Brandon Johnson dijo: “En realidad, no creo mucho en ella”. Cuando se le pidió que explicara más, dijo: “No. No creo mucho en ella en absoluto”.
El renovado apoyo de los directores ocurre cuando la junta escolar recién nombrada por Johnson podría decidir despedir a Martínez en una de las dos reuniones de diciembre, la primera de las cuales es el miércoles. Los seis miembros fueron nombrados en octubre después de que la junta anterior renunciara en masa.
No hubo votación para el despido de Martínez en la agenda pública publicada el lunes, que debe publicarse 48 horas antes de una reunión pública. Los expertos legales dijeron que creían que un organismo público tendría que proporcionar una notificación adecuada si planeaba realizar una votación, aunque una revisión de las agendas anteriores muestra que la Junta de Educación no siempre enumera los puestos o los nombres específicos de los empleados que planea contratar, despedir o tomar otras medidas.
Hubo un punto de la agenda para la sesión a puertas cerradas de la junta que podría incluir a Martínez como tema de conversación. Exigía que los miembros “discutieran el nombramiento, empleo, compensación, disciplina, desempeño o despido de empleados específicos …”. Pero ese lenguaje figura en muchas agendas de reuniones de la junta para todo tipo de asuntos de personal en el enorme distrito escolar.
Si la junta no toma una decisión sobre Martínez esta semana, su última reunión del año será el 12 de diciembre. Esa será la última antes de que la nueva junta de 21 miembros, parcialmente electos, tome posesión en enero. Diez miembros fueron elegidos el 5 de noviembre. Johnson nombrará a los otros 11 miembros.
Cualquiera que sea el caso, la decisión de despedir a Martínez se tomaría después de meses de conflicto entre la alcaldía y el jefe del distrito escolar por un déficit presupuestario que se espera que agrave un nuevo contrato del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU, por sus siglas en inglés).
Martínez dijo que el alcalde le dijo a principios de este otoño que lo quería fuera. A principios de octubre, la tensión en el Concejo Municipal llegó a un punto de ruptura, cuando toda la Junta de Educación renunció.
Los nuevos miembros de la junta que Johnson nombró ahora tienen la tarea de decidir el destino de Martínez; han expresado repetidamente su descontento con el director ejecutivo por su manejo de temas sensibles, especialmente las negociaciones de CTU y el cierre planificado de siete escuelas chárter.
Las conversaciones sobre el contrato siguen siendo un punto particularmente delicado. La semana pasada, los miembros de la junta enviaron una carta a Martínez diciéndole que sienten un “sentido de urgencia" para resolver el contrato y brindar estabilidad al distrito antes de que el presidente electo Donald Trump tome posesión del cargo. La carta fue publicada por primera vez por NBC 5 Chicago.
Los miembros de la junta pidieron una lista detallada de las diferencias entre CTU y CPS. También dijeron que las demandas no monetarias deberían resolverse rápidamente y que la junta quería ver un acuerdo “en los próximos días”.
La carta llegó después de que el equipo de Martínez, por segunda vez, acusara al sindicato de buscar un contrato extremadamente caro que agregaría $10 mil millones en gastos adicionales durante cuatro años. Los funcionarios de CPS dijeron que el distrito no podía afrontar esas demandas, que según ellos los hundirían en déficits aún mayores de lo esperado en los próximos años.
Los líderes del sindicato respondieron acusando a Martínez de no “negociar de buena fe” y de inflar el costo de las propuestas actuales del sindicato. El CTU dijo que el precio ignoraba los “cambios y compromisos significativos hechos durante seis meses de negociación madura. Es desalentador y deshonesto”.
Los miembros de la junta también han criticado fuertemente a Martínez por no ser más agresivo en la prevención del cierre planificado de los siete campus de las escuelas chárter Acero.
Contribuyeron: Mariah Woelfel, Tessa Weinberg
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago