Cuando uno pone las expectativas muy altas, corre el riesgo de verlas defraudadas. El concierto de Luis Miguel anoche en Sevilla merece algunas tachas y, en muchos corrillos, lo que más se escuchó fue precisamente lo contrario, que el Sol de México brilló, pero no se le oyó. Individualmente, habrá a quien le pese ese contratiempo pero, de manera global, el aura de la cita, el espectáculo de la orquesta y las impecables coristas, la comunión con el público, la presencia imponente del artista, los mariachis... Читать дальше...