"Pacific Skies": comienza la primera vuelta al mundo del Ejército del Aire

Siete cazas y aviones españoles recorrerán 58.000 kilómetros con 37 aeronaves de Francia y Alemania

La primera vuelta al mundo del Ejército del Aire echó a andar a primerísima hora de este miércoles con el despegue de los cuatros cazas españoles desde la Base Aérea de Llanos (Albacete).

Así comenzó lo que han calificado como "el proyecto más ambicioso de la aviación española en muchos años" el "Pacific Skies", un recorrido por todo el globo que harán acompañados de Francia y Alemania para, por un lado, demostrar su rápida capacidad de proyección en cualquier lugar y en cualquier momento.

Y, por otro, vender la industria de defensa comunitaria en los países en los que harán escala, pues las 44 aeronaves que participan de los tres países (28 cazas y 16 aviones de transporte y reabastecimiento) son de fabricación europea.

Con esos dos objetivos despegaron ayer de la base aérea de Los Llanos (Albacete) los aviones españoles que participan en este reto: cuatro Eurofighter (Alas 11 y 14) y tres de transporte (dos Airbus A400M del Ala 31 y un A330 del 45 Grupo).

La primera parada de este grupo (en el que participarán 240 efectivos en dos rotaciones), la localidad alemana de Colonia, donde se encontrarán con los destacamentos francés y alemán para comenzar desde allí con destino a Alaska (EE UU), previa escala en Canadá.

El teniente general Francisco González-Espresati, actual jefe del Mando Aéreo de Combate (MACOM) destacó en su despedida a los uniformados la llegada del momento de enfrentar un "reto que llevamos año y medio planeando" y les ha instado que durante el mes y medio que durará la travesía a mantener vivo el espíritu desde el que nace el despliegue.

Asimismo, González-Espresati les recordó que "sois la imagen de las Fuerzas Armadas y de España alrededor del mundo" y se mostró seguro de que darán "el 100% de lo que tenéis dentro", ante tan importante carga de responsabilidad.

"Solo os pido, por favor, que tengáis cuidado en los tránsitos, profesionalidad y buena fe en los ejercicios, y que volváis todos a casa sanos y salvos", acabó por decir el teniente general a los pilotos que en ese momento iniciaban la ruta.

Por su parte, uno de los pilotos Jacobo Bengoechea no pudo ocultar las ganas con la que enfrentan el día definitivo de su partida. Respecto al tramo de los en total más de 58.000 kilómetros de viaje en que bordearán la frontera con Rusia, este capitán del Aire confiesa que son conscientes de lo "sensible" de esta parte de la ruta entre Alaska y Japón, y afirmó que están "listos" si salen, como es previsible, a identificarles y, adelantó, "nos verán, les veremos y seguiremos.

Bengoechea señaló, de igual forma, como los principales retos de la expedición son las largas navegaciones que lleva implícito, los abastecimientos en el aire, el inevitable cansancio que experimentarán y la incomodidad contra la que tendrán que luchar al estar horas en el caza.

No quiso olvidarse este militar de lo exigentes que serán los ejercicios de adiestramiento conjuntos que desarrollaran con los otros países europeos, EEUU, Cánada, pero también con potencias indoasiáticas, que "nos ayudarán a que nos preparemos para estar listos en contextos muy complejos" a los que las Fuerzas Armadas españolas tuvieran que enfrentarse en un futuro. "Reto", es, sin duda, para Bengoechea la mejor palabra que define este hito histórico que acaba de comenzar.

Durante 56 días (43 de ejercicios y 13 de proyección) esta fuerza aérea participará en una serie de ejercicios en diferentes países y climas: «Artic Defender» (polar en Alaska), «Pitch Black» (desértico en Australia) «Tarang Shakti» (tropical en India). Entre medias, harán escala en Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Malasia y Emiratos Árabes para «abrir mercados» y promocionar la industria europea. No en vano, España, Francia y Alemania son socios en el programa del caza del futuro (FCAS).

Y aunque este despliegue busca mostrar unidad, fuerza y capacidad de proyección, el Ejército del Aire asegura que no se busca trasladar un mensaje a Rusia en concreto, únicamente demostrar a cualquier posible enemigo las capacidades de estos tres países.

A finales de agosto, concretamente el día 15, aterrizarán en Morón de la Frontera, completando así este insólito despliegue que trae consigo meses de insistente preparación.