Le Pen mira a las presidenciales de 2027: «Es una victoria en diferido»
Decepción en las filas de RN tras acariciar el Gobierno mientras Bardella arremete contra el cordón sanitario
Las caras de decepción en la sede del Reagrupamiento Nacional no se podían ocultar al caer los sondeos a pie de urna que mostraban ese nítido vuelco electoral que situaba a la extrema derecha como gran perdedora de la noche electoral superada por la izquierda y por los macronistas.
El candidato a primer ministro y delfín de Le Pen, Jordan Bardella, salió a valorar las primeras proyecciones al poco de conocerse los sondeos criticando duramente al cordón sanitario que ha hecho posible el vuelco. «Esta alianza contra natura de todos los partidos no oculta que RN ha obtenido un resultado histórico», arrancó el delfín de Marine Le Pen. La frustración del líder de extrema derecha era evidente: «Estos acuerdos llevan a Francia a los brazos de la extrema izquierda de [Jean-Luc] Mèlenchon», declaró en referencia al líder de La Francia Insumisa, y parte del Nuevo Frente Popular. «Lo digo esta noche, y lo digo con gravedad: privar a millones de franceses de llevar su opción política al poder, lleva al país a la incertidumbre y la inestabilidad. Priva a los franceses de una dirección clara».
Las altas expectativas del partido de extrema derecha, que ganó con contundencia y un 33% de los sufragios la primera vuelta, han quedado aguadas nada más publicarse los primeros sondeos. «Conozco la frustración de muchos franceses», confirmó Bardella. «El RN no es como otros. RN estará al lado del pueblo francés. Queremos el poder para devolvérselo al pueblo francés. Se ha levantado un viento de esperanza en el país. Estaré ahí hasta la victoria. Esta noche comienza todo».
Más tarde salió Le Pen quien lamentó la derrota de su partido en las legislativas, pero recordó que han duplicado sus apoyos, por lo que consideró que «pone los cimientos de la victoria futura». «Esto es una victoria en diferido», aseguró, que no pidió la dimisión del presidente, Emmanuel Macron, pese a lo que consideró un «fracaso» del jefe del Estado. La líder de la extrema derecha destacó la progresión de su partido «pese a tener a todos en contra, incluida a la prensa, que ha tomado partido en esta campaña».
Ningún sondeo de los publicados en la recta final de campaña había vaticinado este vuelco electoral, pero sí habían reflejado la tendencia a la baja de la formación de Le Pen. Según se aproximaba la cita de la segunda vuelta la campaña de la extrema derecha iba perdiendo fuelle a pasos de gigante. Los medios franceses han publicado estos días las listas de «ovejas negras», candidatos del RN con pasado antisemita, antivacunas o complotistas. La sensación de no manejar el casting de candidatos se había apoderado de las filas del Reagrupamiento Nacional. El propio Bardella, visiblemente nervioso, afirmaba el miércoles por la noche en el televisión que se trataba de «cuatro o cinco errores de casting». Pero en las redes no ha dejado de circular los perfiles en ocasiones surrealistas de algunos de sus candidatos a diputado que desmentían los esfuerzos de Marine Le Pen de desdiabolizar el partido. El primer ministro saliente, el macronista Gabriel Attal, llegó a afirmar que «uno de cada tres candidatos del Reagrupamiento Nacional ha hecho declaraciones sexistas, racistas, antisemitas u homófobas». La iniciativa de apartar a binacionales de puestos claves en la administración también ha ido creando lastre en el tramo final de la campaña de la extrema derecha.
Fue en 2022 cuando Marine Le Pen cedió la presidencia del partido a Bardella, que tres años atrás había liderado la candidatura del partido a las europeas con solo 23 años e incluso llegó a superar a la experimentada candidata europeísta de Macron por un punto. Bardella pudo acceder a un electorado que se le resistía a Le Pen gracias a su perfil: un chico joven con buenas maneras, nada faltón en la refriega política, hecho a sí mismo desde unos orígenes humildes. Creció en uno de los rincones más pobres y complicados de Francia, hijo de padres separados y descendiente de emigrantes italianos, con dotes para la oratoria y ningún vínculo con el oscuro pasado del partido. Bardella se ha esforzado en cultivar su storytelling aunque no son pocas las voces que ponen en tela de juicio varios aspectos de su biografía.