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Las cuatro claves psicológicas para los penaltis: no entrelazar brazos o entrar en el área con el portero

Las cuatro claves psicológicas para los penaltis: no entrelazar brazos o entrar en el área con el portero

La Inglaterra de Southgate ha estudiado minuciosamente el papel de la mente en los penaltis y lleva a cabo varias acciones para no fallar

En la Eurocopa de 1996, después de ganar a España, Inglaterra, que era la anfitriona, se enfrentó a Alemania en semifinales. El partido acabó empate a uno y se llegó a la tanda de penalti. Ahí, Southgate falló el tiro decisivo.

Puede que eso le haya dejado una cicatriz que esta intentando solventar en esta Eurocopa. Gracias a los penaltis, el equipo inglés pasó a la semifinal que juega contra Países Bajos y, pese a lo que suele repetirse popularmente: que los penaltis son una tontería, o de manera más especializada: que no se pueden ensayar porque es imposible replicar ese nivel de tensión, Southgate y su equipo han llevado a cabo un estudio minimalista y psicológico de las tandas y por ahora, les ha dado resultado.

No sólo fue que Pickford, el portero inglés, llevase escrito en una botella de agua cómo lanzaban los jugadores rivales, es que, además, hay un trabajo previo, que desveló el psicólogo Geir Jordet en las redes sociales. Ha escrito un libro acerca de la presión de ese momento y también ha trabajado con Southgate en el pasado.

Jordet dio algunas claves que en Inglaterra se niegan a dar, pues tal como contaba The Guardian, cada vez que se pregunta por los penaltis, no hay respuesta. Jordet, en cambio, sí tiene alguna: “Desde una perspectiva psicológica, hablar de una lotería quita la responsabilidad a los jugadores”, recoge The Guardian

 

“Y eso era lo que yo quería devolverles: tomar el control no solo del tiro en sí, sino de todo el proceso. Al principio, se trataba del control percibido. ¿Cómo podemos aumentar el nivel de control percibido por los jugadores, el personal y todos? Hablando de pasos de carrera, ángulo, ritmo, ya sabes todo, desde técnicas de respiración, áreas óptimas para apuntar, porteros, mirar máscaras y gafas protectoras”, contaba.

En las redes sociales, Jordet describía cómo fue la tanda de penaltis contra Suiza en los cuartos de final:

  • “Contra los suizos, cada lanzador inglés tenía asignado un compañero, que abandonaba el círculo central y recibía al lanzador de nuevo en el grupo después de cada lanzamiento. Esto concuerda con la nueva tendencia de los equipos, que ahora no sólo asignan lanzadores, sino también protectores”, asegura. Es decir, cada futbolista que va a lanzar se encuentra respaldado por otro compañero. “Asumo que este compañero también apoyaría a su lanzador asignado si fallara” contaba. Y pone el ejemplo de cuando un jugador falla y se tiene que recorrer medio campo en soledad, dando vuelta a su error, sin nadie que le consuele. En Inglaterra hay un jugador de respaldo, un hombro ya designado para apoyarse.
  • Cambia también la forma en la que se colocan los jugadores en la línea del centro del campo. Normalmente todos están con los brazos entrelazados. Así el futbolista que acaba de tirar, se enfrenta a una pared. Inglaterra ya no se sitúa así. Los jugadores ingleses, cuenta Jordet, no entrelazan sus brazo: según él, así se ofrece un apoyo social funcional, que es más importante que PARECER un apoyo.
  • También ha variado la charla antes de los penaltis. Normalmente se reúne todo el equipo. Southgate no: él sólo habló con los once futbolistas que podían lanzar penaltis en ese momento. Hay menos barullo y confusión y eso permite al entrenador tener una visión mucho más clara a la hora de elegir los lanzadores disponibles.
  • El portero también tienen una misión: acompañar al jugador que lanzar y entrar en el área con él. Tiene que hacerlo mientras mira fijamente al guardameta rival porque de ese modo crea una situación de 2 contra uno.

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