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Juicio a Hugo Mallo por tocamientos a la mascota del Espanyol: «Esas manos fueron a mis pechos»

Hugo Mallo , exjugador del Celta que ahora milita en las filas del Porto Alegre brasileño, se ha sentado este jueves en el banquillo de un juzgado de Barcelona por tocamientos a la mascota del Espanyol durante el encuentro entre el club gallego y los pericos, el 24 de abril de 2019, en Cornellà . Durante su declaración, la denunciante ha apuntado que cuando ella, ataviada con el disfraz, se dispuso en fila para saludar a todos los integrantes del equipo visitante, antes de comenzar el partido, las manos de Mallo no fueron a sus «manos», como la del resto de jugadores. «Esas manos fueron a mis pechos », ha explicado. Por su parte, Mallo , que se enfrenta a una pena de multa - más de 8.000 euros- por abusos sexuales , ha detallado que fue el presidente del club quien le transmitió al día siguiente que la mujer lo había denunciado. « No me lo podía creer, pensé que era una broma ». Durante su declaración, a la que ha contestado preguntas de todas las partes, el acusado ha explicado que en el saludo sus manos de dirigen a la cintura. «¿Cómo es el ritual de saludos?», ha preguntado la abogada de la mujer. «Pues se da la mano o un abrazo, como al resto de los compañeros», ha explicado el lateral derecho. Según el excapitán del Celta fue el presidente del club quien le trasladó que la directiva «no daba crédito» con la denuncia por los presuntos abusos. Una afirmación que llegó tras el visionado los vídeos. Mallo ha negado ante la sala haber tocado los pechos a la mascota. « En ningún momento sé si el periquito es un chico o una chica . Yo saludo a mis compañeros», ha apuntando, tras subrayar que «no estaban para bromas» porque en aquel partido se jugaban el descenso. Tras salir del túnel de vestuarios, « saludo a los periquitos, hago mi rutina previa, doy un salto y, como en cualquier partido de fútbol », se acercó a los árbitros y al capitán del equipo contrario para la elección del campo. El presunto abuso sexual del que tanto la mujer como la Fiscalía acusan a Mallo se produjo, según el relato de la afectada, durante « unos segundos. Fue algo rapidísimo ». Su reacción, cree recordar ella, fue decirle »cabrón«, aunque no sabe si finalmente lo verbalizó o solo lo pensó y tampoco si el jugador llegó a escucharla. Su compañero, la otra mascota del Espanyol, ha apuntado que aquella fecha él no vio nada porque estaba de espaldas pero sí que, al volver al túnel de vestuarios, ésta estaba «muy nerviosa e indignada» y fue cuando le explicó que un futbolista «le había tocado los pechos». El Ministerio público para él una multa de 8.760 euros por abusos sexuales y la acusación particular también una indemnización de 10.000 euros por daños morales. Por su parte, la hermana de la denunciante ha indicado que al salir del estadio aquella fecha, la afectada comenzó a quejarse y le trasmitió que no quería hacer de mascota en un cumpleaños porque el club no se lo remuneraban con un plus. «Estaba muy nerviosa, le pregunté que le pasaba y empezó a relatar los hechos que aquí se juzgan». «¿Qué le explicó?», ha preguntado la fiscal. «Que un jugador le hizo un tocamiento en el pecho». En ese momento, según la testigo, la mujer no sabía qué jugador era. «Sabíamos que era el capitán porque son los que suelen pasar primero», Rubén Blanco, excompañero de Mallo en el Celta en 2019, fue el segundo en saludar a las mascotas en aquel pasamanos, detrás del acusado, que ejercía de capitán. «¿Usted notó algo extraño a otros partidos en la actitud de Mallo aquella fecha?», ha preguntando la defensa del jugador. «No», ha apuntando el portero. La defensa de Mallo pide su absolución, mientras las acusaciones insisten en que el saludo fue un abuso sexual . Durante su informe final, la abogada de la denunciante ha insistido en que el futbolista realizó un tocamiento «inconsentido», lo que supuso atentar contra los derechos de la trabajadora del club.

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