Qué noche la de aquel día
Qué noche la de aquel día. Y qué tarde. Y qué mañana de prólogo de la decimoquinta Copa de Europa . Le amaneció al madridista temprano, con la calma nerviosa de un sábado en el que empezaba y acababa todo. El día se levantó fresco, con entretiempo para desmentir a junio. De algún modo, las nubes mañaneras eran un trozo de Wembley, como un Wembley iba a ser, y fue, otra cuna del fútbol: el Santiago Bernabéu. Para llegar a la Cibeles fue necesario, como diría el poeta, una tarde de gritos y jolgorio en la puerta del Bernabéu . Читать дальше...