World News

El Gobierno de Attal renuncia mientras la izquierda pelea por elegir a un primer ministro

El presidente francés Emmanuel Macron aceptó este martes la renuncia del primer ministro Gabriel Attal y su Gabinete. Una etapa que debe cerrarse para dar paso a un nuevo tren ministerial, tras las elecciones legislativas anticipadas del 7 de julio y la conformación de la nueva Asamblea Nacional. Pero la realidad es diferente: las negociaciones para nombrar un nuevo primer ministro están bloqueadas y, según Macron, la formación de un nuevo Gobierno podría tardar varias semanas más, probablemente hasta después de los Juegos Olímpicos de París.

¿Dónde se tranca el juego? En el campo de la izquierda. Si bien el Nuevo Frente Popular –la alianza de izquierdas– fue la fuerza política más votada y acumula 178 escaños en la nueva Asamblea Nacional (de un total de 577), internamente no han sido capaces de llegar a un consenso para proponer a un nuevo primer ministro. La disputa principal sigue siendo entre el tradicional Partido Socialista y La Francia Insumisa, de extrema izquierda.

La semana pasada, el Partido Comunista Francés sugería el nombre de Huguette Bello, de 73 años, presidenta del Consejo Regional de la Isla de la Reunión y reconocida luchadora por los derechos de la mujer. Con 23 años de experiencia parlamentaria en las filas comunistas y conocida por tener un don de consenso, Bello contaba también con la bendición de Jean-Luc Mélenchon, patrón de La Francia Insumisa. Pero la negativa rotunda del Partido Socialista y del grupo Ecologista Los Verdes, echaron abajo la propuesta.

El lunes, Olivier Faure, primer secretario del PS, propuso entonces el nombre de Laurence Tubiana, también de 73 años y especialista en desarrollo sostenible y calentamiento global, un perfil que le garantizaba la aprobación del Partido Ecologista. También recibió el visto bueno del Partido Comunista Francés. Pero no pasó la barrera de La Francia Insumisa. ¿El argumento? Tubiana tendría una ideología demasiado alineada con Macron y su postulación al puesto de primer ministro podría verse como una traición.

El diputado de LFI, Paul Vannier, lo explicó así: «No podemos apoyar la candidatura de Tubiana dado que, en un artículo reciente, indicó su deseo de abandonar el programa del Nuevo Frente Popular para formar una coalición con los macronistas. Esto es totalmente contrario a lo que le hemos prometido a millones y millones de electores que se movilizaron para votar por nosotros».

Y efectivamente, el pasado viernes, Tubiana firmaba junto a otros actores políticos una columna publicada en el diario Le Monde que invitaba a tender puentes con las otras fuerzas parlamentarias «para discutir un programa de urgencia republicana». La columna afirmaba abiertamente que el punto de partida de dichas negociaciones sería el programa del Nuevo Frente Popular, pero que ese «no sería el acuerdo final en todos los ámbitos». Un texto que hizo explotar a los miembros de La Francia Insumisa y que le valió a Tubiana el rechazo inmediato. De hecho, este lunes, el partido se levantó de la mesa y declaró que las negociaciones estaban suspendidas.

A pesar de este bloqueo, se espera el nombre postulado por la izquierda para proceder al nombramiento de un nuevo primer ministro. Sin embargo, hay que recordar que la decisión está únicamente en las manos de Macron. Ninguna ley le obliga a nombrar un ‘premier’ que provenga de la fuerza política con más diputados electos, si esta no cuenta con una mayoría absoluta. Así las cosas, las negociaciones de la izquierda pueden finalmente concretarse, pero nada garantiza que estén a la cabeza del Gobierno.

Читайте на 123ru.net