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La magia de Santorini, la joya que más brilla del Egeo

La magia de Santorini, la joya que más brilla del Egeo

Esta isla, con sus características casas blanquiazules y su irresistible encanto griego, parece recién nacida de un cuento

Hay destinos que provocan amor a primera vista. Sí, no hay duda, son lugares que parecen salidos del escenario de un bonito cuento, y Santorini es uno de ellos. Visitar esta joya del Egeo con su irresistible encanto griego, resulta un viaje inolvidable entre cielos despejados, atardeceres dorados y noches estrelladas.

Este mes, así como agosto o incluso septiembre, es de los mejores momentos para conocer este paraíso, ya que el clima es cálido y agradable, ideal, entre otras cosas, para explorar sus playas: desde la exótica Playa Roja hasta la extensa Playa Negra de Perissa. Pero también para disfrutar de paseos en barco por la caldera de Santorini o degustar una exquisita comida con vistas al Egeo para luego recorrer la isla y descubrir sus mágicos rincones. Suena muy tentador, ¿verdad? Aquí van unas pinceladas de los atractivos por los que Santorini debe de estar en su lista de destinos vacacionales de acierto seguro de este verano.

Fira es, sin duda, el punto de partida ideal para comenzar a explorar la isla, y es que esta pequeña ciudad, levantada sobre un acantilado de la famosa caldera por la que se extienden las islas de Santorini y Therasia, regala unas maravillosas vistas sobre el volcán sumergido en el mar Egeo y un agradable paseo entre fachadas blancas impolutas y puertas y ventanas de color azul claro. Además de encontrarse con coquetos bares y restaurantes muy acogedores, es recomendable hacer paradas culturales como en el Museo Arqueológico, el Museo de Prehistoria de Thera o la galería de arte Mati Fira, así como la Catedral Ordoxa, con su majestuosa cúpula, y la Catedral Católica, que sobresale por su torre y campanario con reloj. Desde esta última también se tienen magníficas panorámicas.

Otro de los alicientes turísticos más importantes de Fira es su puerto antiguo. Lo más divertido es la forma en la que llegar: se puede optar por un paseo en burro, animal característico de la isla, o bien subirse a un teleférico para admirar las vistas durante el descenso. Otra opción es hacerlo caminando, pero hay que bajar más de 500 peldaños, ¡es solo apto para amantes de la aventura y el ejercicio!

Después de disfrutar de todo lo que Fira tiene para ofrecer, nada mejor que empezar a descubrir la isla a través de sus encantadoras pueblecitos. La primera parada es Firostefani, una tranquila localidad desde la que también se puede contemplar una perspectiva increíble del volcán y la caldera. Un apunte, en Firostefani hay restaurantes sobre el acantilado; sus vistas mientras se degusta una buena comida o cena al atardecer son sencillamente espectaculares.

A poco más de un kilómetro se encuentra Imerovigli. Conocido como «el balcón del Egeo» por su elevada posición y sus vistas de la caldera, aquí hay hoteles de ensueño y los restaurantes más exclusivos, por lo que la visita es obligada, como también lo es Oia, considerado por muchos el pueblo más bonito y pintoresco de toda la isla, y no es de extrañar.

Oia es un rincón de ensueño conformado por laberínticas callejuelas que invitan a perderse, mientras que sus casas edificadas al estilo antiguo evocan tiempos pasados, y es que justo esa sensación, la de permanecer fiel a su esencia, es uno de los motivos que hacen que visitar Oia sea un imperdible, de igual manera que lo es ver desde aquí la puesta de sol, una imagen que queda grabada en la mente.

Pyrgos, Megalochori, Akrotiri y Perissa completan la ruta

Para quienes alarguen sus vacaciones en Santorini, pueden seguir deleitándose con las maravillas de la isla. Esta vez al norte y al sur. Alejado de la masificación turística, el encantador pueblecito de Pyrgos se presenta como uno de los secretos mejor guardados de Santorini y de Grecia. Sus calles empedradas, sus rincones mágicos y la serenidad del lugar son perfectos para descansar.

En lo más alto de Pyrgos, se encuentra el monasterio del Profeta Elías, así como las ruinas de un castillo medieval veneciano. En su núcleo urbano hay maravillosas tabernas, bares y tiendas de artesanía.

Más al sur, Megalochori se presenta como un remanso de paz y autenticidad. Este tradicional pueblo destaca sobre todo por sus vinos, por lo que visitar una bodega o degustar un buen plato de gastronomía griega acompañado de una copa de un vino local es un plan muy apetecible.

Ya en la zona suroeste de la isla, Akrotiri espera al visitante para descubrir el pasado más remoto de la isla. Este es hogar de un importantísimo yacimiento arqueológico minoico. Las excavaciones han revelado sofisticadas estructuras, frescos y artefactos que narran la vida de una civilización avanzada, haciendo de la visita a Akrotiri todo un viaje al tiempo. Además, es hogar también de la mencionada Playa Roja; el color rojo de las rocas y los acantilados contrasta con el azul turquesa de las aguas. Una imagen digna de ver en persona.

Y si lo que se desea es relajarse junto al mar, Perissa es otra parada obligatoria. Su extensa playa de arena negra se extiende a lo largo de varios kilómetros, ofreciendo un entorno perfecto para disfrutar del sol y las aguas cristalinas del Egeo. Los numerosos bares y restaurantes a lo largo de ella invitan a degustar la cocina local mientras se admiran las impresionantes vistas.

No hay duda, explorar Santorini es una acertada forma de pasar estas vacaciones, y es que su autenticidad, la belleza de su arquitectura tradicional, sumado a un entorno natural único en el mundo, propician vivir un viaje idílico.

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