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Si tienes manchas en la piel, ésta es la razón

Llega el verano y con él, una mayor exposición solar que, en muchas ocasiones, implica la aparición de unas indeseadas manchas marrones que no le gustan a nadie. Por eso, y aunque el fotoprotector solar es fundamental todos los días del año, en verano especialmente es imprescindible su uso, entre otros puntos para prevenir la aparición de estas manchas solares que nadie quiere.

“El verano intensifica los léntigos solares, que son manchas de hiperpigmentación provocadas por la exposición al sol, que suelen ser benignas, planas y no palpables; y que especialmente suelen aparecer entre las mujeres”, advierte la dermatóloga Ana Martínez, de Policlínica Gipuzkoa.

En concreto, avisa esta experta de que estas manchas en la piel pueden aparecer en cualquier momento, si bien empiezan a ser más visibles y habituales en las personas de mediana edad.

También hay machas por la edad

Pero no queda ahí la cosa porque, tal y como afirma, además de los léntigos solares, existen otros tipos de manchas frecuentes, como las queratosis seborreicas, que a menudo se pueden palpar y están más relacionadas con factores genéticos y con el envejecimiento. “Estas manchas no están necesariamente vinculadas al sol, sino que tienen un componente genético y aparecen con la edad”, añade.

Recalca, eso sí, esta dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa la importancia de estar atentos a cualquier cambio en las manchas de nuestra piel sea cual sea su origen: “Hay que preocuparse y se debe acudir a un especialista cuando una mancha está cambiando, o haya aparecido recientemente, tiene varios tonos, o formas irregulares; o quizás algo que nos llame la atención”.

Tratamientos hoy en día disponibles para las manchas

Con ello, explica que hoy en día hay disponibles diferentes tratamientos contra estas manchas en la piel, aunque todo depende del tipo de piel de cada persona, por lo que no se puede generalizar cuál es más efectivo en todos los casos, siendo entonces lo más importante la realización un diagnóstico correcto, así como un seguimiento adecuado por un especialista.

“Los léntigos solares se eliminan eficazmente con láser, o con luz pulsada; mientras que las queratosis seborreicas pueden requerir de crioterapia (quemarla con nitrógeno líquido), o de la electrocoagulación (quemarla con un bisturí eléctrico)”.

A su vez, insiste en que hacer uso de los sérums despigmentantes ayuda a prevenir las manchas solares, pero sí cree que hay que tener cuidado a la hora de elegir un sérum correcto para cada tipo de piel, “no todas las pieles son capaces de tolerar bien estos sérums”, y también teniendo en cuenta la época del año de la que hablamos.

A su vez, la doctora Martínez pone en valor la importancia de un diagnóstico correcto y de un seguimiento adecuado por dermatólogo, para así asegurarse la eficacia del tratamiento, al mismo tiempo que sostiene que se puede prevenir la reaparición de manchas; “aunque se haga todo el procedimiento adecuadamente, hay que tener en cuenta que pueden aparecer nuevas manchas en la zona”, mantiene.

Usar un buen fotoprotector a diario

Por eso, y para cuidar de la piel en esta época del año, esta dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa destaca que es fundamental utilizar un buen fotoprotector a diario, no sólo en verano, ya que la exposición a diferentes tipos de luz, también la de las pantallas y la de las lámparas, puede influir en la aparición de este tipo de manchas, relacionadas como decimos, principalmente, con la exposición solar.

Así, insiste esta experta en que debemos elegir un fotoprotector que cubra todos los espectros de luz, y que sea adecuado para nuestro tipo de piel, ya sea más fluido o denso, según sean las necesidades individuales.

Igualmente, considera que también puede ser útil en estos casos el empleo y la toma de cápsulas de fotoprotección oral como complemento, “nos puede ayudar a proteger bien la piel”, aunque recalca que “no sustituyen a la crema” y que se recomienda empezar a tomarlas aproximadamente un mes antes de la mayor exposición solar, por ejemplo, en primavera, y mantenerlas hasta el final del verano; aparte del empleo de los métodos físicos, como la gorra o el sombrero, para proteger nuestro rostro de los rayos del sol, así como evitar las horas centrales del día de exposición solar.

“Lo más importante de un fotoprotector es que tenga fotoprotección completa, que cubra todos los espectros de luz, y seleccionar, además, los mejores para nuestro tipo de piel. Hay algunos que prefieren que estos productos sean más densos para que les hidraten más la piel; o, por el contrario, que sean más bien más fluidos. No hay que olvidar tampoco que una piel sana se logra a base de seguir una buena alimentación e hidratación. Así será más fuerte y menos susceptible de tener manchas solares o por envejecimiento”, concluye la doctora Ana Martínez, dermatóloga de Policlínica Gipuzkoa.

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