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Muere a los 83 años, el histórico matador de toros Paco Camino

Muere a los 83 años, el histórico matador de toros Paco Camino

Se marcha, a los 83 años, uno de los grandes referentes del toreo moderno, un artista sin par que ha marcado para siempre la historia de la tauromaquia

El mundo de la tauromaquia despertó de luto la mañana de este martes 30 de julio por la irreparable pérdida de Paco Camino, quien falleció durante la pasada madrugada a los 83 años en el hospital de Navalmoral de la Mata, a dónde había sido trasladado días atrás, cuando su estado de salud se había deteriorado en su finca de Arenas de San Pedro, donde se dedicaba su ganadería de lidia.. Nacido en Camas, Sevilla, el 14 de diciembre de 1940, Francisco Camino Sánchez, supo convertirse en uno de los toreros más destacados y admirados de todos los tiempos, e instalarse por méritos propios en la historia del toreo con letras de oro.

Desde muy joven, Paco Camino mostró una habilidad excepcional para el toreo. Debutó con picadores en Valencia el 17 de abril de 1957, y su presentación en Las Ventas tuvo lugar el 10 de agosto de 1958, ganándose rápidamente el reconocimiento del público y la crítica. Recibió la alternativa el 17 de abril de 1960 en Valencia, con Jaime Ostos como padrino y Mondeño como testigo, lidiando toros de Carlos Núñez, doctorado que confirmó en Madrid el 12 de mayo de 1961, con Gregorio Sánchez como padrino y Mondeño como testigo, lidiando toros de la ganadería de Urquijo.

Conocido como "El Niño Sabio de Camas", Camino era conocido por su elegancia, técnica y maestría tanto con la muleta como con el capote, siendo especialmente admirado por su temple y la capacidad de ligar pases con extraordinaria suavidad. "El toreo es arte y emoción", solía decir, y su estilo encarnaba esta filosofía. Contribuyó significativamente al toreo de capa, revalorizando este aspecto del arte taurino con verónicas de gran estética y verdad. Aunque, sin duda, su ejecución del volapié fue lo que lo encumbró como uno de los estoqueadores más puros y certeros de la historia.

A lo largo de su carrera, Paco Camino logró salir doce veces por la Puerta Grande de Madrid, un logro que solo fue superado por Santiago Martín "El Viti", quien lo hizo en catorce ocasiones. Una placa situada en la galería de Las Ventas honra su memoria, reconociendo que es el matador de toros que más orejas ha cortado en esta plaza, 48 en total.

Uno de sus triunfos más sonados, sin lugar a dudas, ocurrió en la temporada de 1970, el 4 de junio, cuando Paco Camino hizo historia al cortar ocho orejas en la corrida de Beneficencia de Las Ventas, logrando un apoteósico triunfo y marcando un verdadero hito en la historia de esta plaza y de la tauromaquia en general, pues no solo fue el hecho de ser el espada que más orejas cortó en Madrid en una sola tarde, sino también la dimensión torera que ofreció aquella tarde.

Durante su carrera, Camino toreó en unas 1,050 actuaciones, cortando aproximadamente 1,200 orejas y 129 rabos, algunos de ellos en Pamplona. En la temporada de 1966, toreó en España 95 corridas, quedando líder del escalafón, apoderado por la Casa Chopera. Ese mismo año, amplió su expresión artística al participar como protagonista de la película "Fray Torero", dirigida por José Luis Sáenz de Heredia. Y en la temporada de 1972, toreó en 76 corridas, quedando segundo en el escalafón español tras Paquirri.

Sin embargo, a lo largo de su carrera, Camino también enfrentó numerosos desafíos y momentos difíciles. El más duro de ellos fue cuando Joaquín Camino, su hermano y banderillero de su cuadrilla, falleció el 3 de junio de 1973 en Barcelona, como consecuencia de la cornada que le infligió el toro «Curioso» de la ganadería de Atanasio Fernández. Un hecho que le marcó de por vida. Pero, además, el sevillano recibió al menos 30 cornadas, algunas de ellas gravísimas. El 30 de junio de 1980 en Aranjuez, un toro de Baltasar Ibán le derribó, provocándole una cornada en la rodilla y otra en el cuello y tórax, dejándolo al borde de la muerte. Sin embargo, siempre asumió los más duros golpes con una entereza admirable. Incluso, ya retirado, y recuperado de una afectación hepática, confesó que “no le conté lo del trasplante de hígado ni a mi madre, antes me muero", intervención que le realizaron en julio de 2005.

El camero también era uno de esos hombres de una sola palabra, de firmes convicciones y de un temperamento especial, por eso no rehuyó el enfrentamiento cuando, por ejemplo, en 1965, durante una tarde en la plaza de Aranjuez que terminó a puñetazos con El Cordobés. O cuando, un año después, fue detenido en Lima el 29 de octubre al negarse a lidiar un sobrero de La Viña. O también en 1982, en Huesca, cuando se encaró con los espectadores y fue multado con 300,000 pesetas tras un altercado. Quizás la última demostración de esa particular forma de ser fue en 2009, cuando él y José Tomás devolvieron sus medallas a las Bellas Artes “por vergüenza torera”, al serle concedido el mismo reconocimiento a Francisco Rivera Ordóñez.

Si bien, el maestro dijo un día que “hoy a los toreros los hacen en serie, por eso torean igual, repetidos y sin personalidad”, a Camino se le recordará por su maestría absoluta, siendo uno de los toreros que ha toreado más despacio y con mayor naturalidad. Sus chicuelinas y volapiés perfectos, llenos de elegancia y armonía, y su única forma de ser son parte de su legado.

El fallecimiento de Paco Camino ha conmovido profundamente al mundo de la tauromaquia y a todos los que lo conocieron y admiraron. Su vida y carrera son un testimonio de su dedicación y amor por la tauromaquia, y su memoria vivirá siempre en los corazones de los aficionados y en la historia del toreo.

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