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El drama de Cindy Ngamba: la primera refugiada en lograr una medalla no puede volver a su país por ser lesbiana

El drama de Cindy Ngamba: la primera refugiada en lograr una medalla no puede volver a su país por ser lesbiana

Se le concedió el estatus de refugiada en 2021 porque podría haber sido encarcelada por ser gay en Camerún. 

Cindy Ngamba ganó su segundo combate en la categoría hasta 75 kilos de boxeo femenino (por puntos a la francesa Davina Michel) y logró clasificarse a las semifinales de París 2024. Así, la oriunda de Camerún pero radicada en el Reino Unido se convirtió en la primera atleta refugiada en la historia en ganar una medalla en los Juegos Olímpicos.

Pero su camino hacía el podio no ha sido nada fácil. Cindy Ngamba dejó Camerún a los 11 años para encontrar una vida mejor en el Reino Unido, pero no sin dificultades. Cindy se enfrentó a una nueva vida sin su madre, aprendió un nuevo idioma y sufrió acoso escolar. También ha estado al borde de la deportación tras ser llevada a un campo de detención.

"Refugiada por se gay"

Pero a pesar de los obstáculos, gracias a su actitud de nunca rendirse y a su pasión por el deporte, Cindy se enamoró del boxeo al descubrirlo en su club juvenil local. Tres títulos nacionales, una medalla de oro internacional y ahora la primera medalla olímpica para un refugiado son fruto de su tesón.

En total, 36 atletas integran el Equipo Olímpico de Refugiados del COI para París 2024, representando a la población desplazada mundial de más de 100 millones de personas en los Juegos Olímpicos de verano de París 2024. Una iniciativa que repite por tercera vez, tras Río 2016, con nueve atletas, y Tokio 2020, con 29. En esta edición competirán bajo las siglas EOR, del francés "équipe olympique des réfugiés", y por primera vez tendrán su propio emblema –con un corazón en el centro– para unificar al equipo, en lugar de competir bajo la bandera olímpica.

"Era una niña triste"

Cindy Ngamba nació en Camerún, donde se crio con su madre y hermano, un año mayor. A los 11 años, los dos viajaron a Inglaterra para vivir con su padre y el idioma fue una de las grandes complicaciones. Sufrió acoso escolar. "Era una niña triste que intentaba llevar cada día como venía, pero era duro. Sobre todo, porque estaba sin mi madre", relató al programa Refugees’ Voice de Eurosport. A pesar de los obstáculos, no se rindió y encontró su pasión por el deporte, concretamente por boxeo al descubrirlo en el club juvenil local. Ngamba afirma que encontró una segunda familia en el GB Boxing Team. Se convirtió en tres veces campeona de Inglaterra. Y ha hecho historia al convertirse en la primera refugiada no solo clasificarse para unos Juegos Olímpicos a través de los torneos preolímpicos sino en llevarse una medalla.

 

Hace dos años, en 2022 le concedieron el estatuto de refugiada. "La razón por la que soy refugiada es por mi sexualidad. En mi país es ilegal ser gay, así que, si me devolvían, podrían haberme encarcelado", recuerda. Pero antes, en 2019 estuvo a punto de ser deportada tras ser recluida en un campo de detención: "Fue una de las experiencias más aterradoras de mi vida".

Al principio, reconoce que le daba vergüenza que la llamaran refugiada "porque me sentía indefensa". "Pero una vive y aprende, y ahora tengo una mentalidad diferente al respecto. Al fin y al cabo, sigues siendo humano. Nunca debes mirar a alguien porque sea refugiado o migrante, debes mirarlo por lo que es", reivindica.

Para Ngamba "es triste y chocante pensar que un país puede juzgar a alguien por su sexualidad. No ocurre sólo en Camerún, sino en muchos otros países donde la vida de las personas corre peligro" sólo porque son LGTBIQA+.

"Cuando nací, salí con los pies por delante, lo cual no creo que ocurra muy a menudo. Digo esto porque desde aquel día mi madre me llama cabezota. Cuando me enfrento a algo difícil o a algo que la gente me dice que no puedo conseguir, hago lo que sea para demostrar que puedo". Y vaya si ha podido.

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