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El plan del yihadista detenido por el atentado frustrado en un concierto de Taylor Swift era matar fuera del estadio

Beran A., el principal sospechoso detenido por planear un atentado en los conciertos de Taylor Swift en Viena ha confesado que su objetivo era “matar gente fuera del estadio”, según ha informado este jueves el director de Seguridad Pública de Austria (DNS), Franz Ruf.

En un primer interrogatorio, el acusado de 19 años confesó que quería perpetrar el ataque con explosivos o con armas cortantes y punzantes. "Consideró ambas opciones". Junto a él, la policía austríaca detuvo este miércoles a otros dos presuntos terroristas que juntos planeaban atentar durante los conciertos de la artista estadounidense en la capital austriaca, programados del 8 al 10 de agosto y en otros eventos de la ciudad.

Durante el registro domiciliario en la casa del joven de 19 años en Ternitz, a unos 65 kilómetros al suroeste de Viena, la policía incautó diversas sustancias, entre ellas un explosivo listo para implosionar así como otros materiales para fabricar bombas, tales como cables, pero también machetes y cuchillos. Los investigadores también hallaron 21.000 euros en dinero falso y una luz azul para coche que, según la investigación, se hubiera usado para facilitar el acceso al estadio disfrazado de policía o para escapar de allí, según Omar Haijawi-Pirchner, de la Dirección austriaca de Protección e Inteligencia del Estado.

Después de que se conocieran los planes de ataque, Barracuda Music, el organizador de los conciertos en Viena de la superestrella estadounidense, canceló los conciertos programados en la capital austriaca. Todas las entradas para el estadio Happel estaban agotadas desde hace meses. Se esperaba que 65.000 fans acudieran a cada uno de los conciertos y que otros tantos miles se congregaran en las cercanías del estadio. A pesar de la circunstancia, muchos fans expresaron su decepción. "Nunca presionamos para que se cancelara el evento", dijo el jefe de la DSN que apuntó a que la decisión de cancelar las actuaciones fue probablemente tomada por los organizadores.

"La situación era y es grave, pero también podemos decir que se ha evitado una tragedia", aseguró en una rueda de prensa el Ministro del Interior, Gerhard Karner. La situación de amenaza ha aumentado en Europa y Austria no es una excepción. Los conciertos suelen ser el objetivo favorito de los atacantes islamistas. Además del principal sospechoso, con raíces en Macedonia del Norte, el miércoles también fue detenido un joven austriaco de 17 años.

Según Haijawi-Pirchner, este segundo encausado habría trabajado durante unos días en una empresa de gestión de instalaciones que prestaba servicios a los conciertos de Taylor Swift. El jefe de los servicios de inteligencia austriacos añadió que tenía "mucho material del Estado Islámico (EI)". Hasta ahora, este joven se ha negado a hacer declaraciones aunque, según las autoridades del país, ya era "un conocido de la policía".

De hecho, y según los informes, este joven también podría ser sospechoso de la guerra de bandas que se está gestando en Viena. La policía de la capital austriaca busca desde el domingo a varios adolescentes que podrían haber estado involucrados en una sangrienta pelea entre chechenos y afganos cerca de una estación de tren.

Otro joven de 15 años y de origen turco fue otro de los detenidos. Estas tres personas participaron en la preparación del ataque. Por el momento no se busca a más personas. La policía anunció el miércoles que, según las investigaciones, el joven de 19 años había jurado recientemente lealtad al EI. De hecho, durante el registro domiciliario, se halló un vídeo de confesión y una fotografía en la que se puede ver al yihadista con barba y brazos cruzados, sosteniendo un machete y un cuchillo y con una camiseta con el símbolo del grupo terrorista.

Además, Ruf agregó que el principal sospechoso dejó su empleo el 25 de julio y desde entonces estuvo preparando el ataque; cambió notablemente de apariencia e incluso robó productos químicos de su antiguo empleador para fabricar un explosivo.

Tras la cancelación de los conciertos de Taylor Swift, muchos se preguntan en Austria qué pasará con los próximos grandes eventos musicales. Para el 21 de agosto está programado en el mismo estadio un concierto del grupo británico Coldplay con las entradas completamente agotadas. "Actualmente no hay información de que futuros conciertos estén sujetos a un peligro explícito", afirmó Haijawi-Pirchner.

Un comunicado del organizador Live Nation dijo sobre los conciertos de Coldplay en Viena: "Entendemos las preguntas y la preocupación de todos los fans, pero debemos tratar de mantener la calma y no agitar más la situación con especulaciones". Todos los fans “pueden asumir que la seguridad de los visitantes, empleados y artistas siempre es nuestra prioridad”. Por su parte, Taylor Swift continuará su gira mundial según lo previsto a partir del 15 de agosto con cinco actuaciones en el estadio Wembley de Londres. Según la policía británica, no hay indicios de que la investigación terrorista en Viena vaya a tener repercusiones en sus conciertos en la capital británica.

Al parecer y según indica la prensa austriaca, un servicio asociado extranjero fue el que transmitió al DSN el indicio de que los conciertos de Swift podrían ser objeto de ataques terroristas. El hecho de que servicios secretos extranjeros proporcionen información no es una debilidad de la seguridad del Estado austriaco. El trabajo funcional de inteligencia terrorista requiere una red internacional en la que se intercambia información sobre amenazas potenciales y planes de ataque. De hecho, Alemania y otros países europeos también frustran continuamente actos de terrorismo porque previamente han recibido información de servicios asociados.

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