Que no te den 'gato por liebre': Cómo saber si el café que te han servido lleva cafeína
Más de la mitad de la población en España consume mínimo un café al día, normalmente en el desayuno o a media mañana. Es muy común escuchar que a alguien decir que "no soy persona hasta que no me tomo el café". Y es que muchos llevan años acostumbrados ya a ese extra de energía que da un café mañanero, que les 'carga las pilas' para poder funcionar el resto del día, especialmente durante la jornada laboral.
Sin embargo, hay otras personas que también son grandes amantes de esta infusión, pero están en el exacto opuesto: "si me tomo un café, 'me pongo como una moto' y no puedo dormir". Esto hace que escojan opciones descafeinadas o directamente otras bebidas como la achicoria o un simple vaso de leche. Sea como fuere, ninguno de los dos polos del espectro pueden aceptar que les sirvan un café distinto que les altere el ritmo de vida al que están acostumbrados.
Las formas de preparar un café son infinitas: solo, cortado, americano, con leche, manchado, largo, cappuccino, bombón, irlandés, mocca, turco, con limón, cubano, con hielo, expreso, frappé, y un larguísimo etcétera casi interminable. Sea como fuere, hay tantos gustos como recetas de café existen en el mercado.
Cuanto más consumimos un producto, más exigentes e intransigentes nos volvemos en cuanto a su calidad y su elaboración, y un fallo que no se suele perdonar nunca en un bar o restaurante es que nos sirvan el café distinto al que habíamos ordenado. Si sospechas de que el camarero se ha confundido y te ha puesto una bebida que no es la que le pediste, existen varias formas de comprobarlo sin tener que acudir a un análisis de laboratorio.
Por qué nos sirven el café de forma incorrecta
Y no solo es cuestión de preferencias personales o de 'ponerse nervioso', para algunas personas con ciertas condiciones médicas tomar cafeína puede provocarles serios problemas de salud, o incluso la muerte si no son atendidas pronto. Una tensión arterial muy alta o una especial reacción corporal a esta sustancia son solo algunas de las circunstancias que se ven claramente perjudicadas por la ingesta de un café no adecuado.
Una de las prácticas deshonestar que suceden en bares y restaurantes que más denuncian los usuarios en las redes sociales es que les hayan servido un café con cafeína cuando lo pidieron expresamente descafeinado. Este problema se suele dar cuando el trabajador se ha confundido debido al alto volumen de clientela a la que tiene que servirle un café, y prácticamente nunca lo hace de manera intencionada. Los dos tipos de café son prácticamente indistinguibles a simple vista, y cualquier persona puede tener un fallo, y más ante tanta presión.
Los camareros no suelen actuar nunca a mala intención, aunque las menos de las veces pudiera ocurrir que hagan varias órdenes al mismo tiempo y sirvan todos los cafés con cafeína por ahorrarse tiempo, aunque esto es lo menos común. Existe una máxima llamada 'Principio de Hanlon', que establece lo siguiente: "No atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la ignorancia".
Es decir, que ante una equivocación, lo más lógico es pensar que el error se debe a un despiste, y no a una mala voluntad. En la mayoría de establecimientos, si se indica que no se ha servido lo que se pidió, corregirán el fallo poniéndonos un nuevo café sin cargos adicionales.
El método para saber si el café es descafeinado
Para un profesional que lleva años preparando cientos de cafés al día, hay ciertos aspectos en el servicio que ya realiza de forma automática porque los tiene interiorizados gracias a la experiencia. Esto puede jugar a nuestro favor, utilizándolo para detectar si el café o cualquier otra bebida que nos han servido es como la que habíamos ordenado.
De hecho, es un truco bastante recurrente en la mayoría de comercios para identificarlos ellos mismos y no confundir distintas órdenes que hayan preparado. Con los cócteles y bebidas carbonatadas se ve más fácilmente: la bebida de cola con azúcar lleva una rodaja de limón, y la que es 'cero', una rodaja de naranja, por ejemplo. Para los trabajadores que tienen que transportar de la barra a las mesas decenas de productos visualmente parecidos lo más rápido posible, este código es de gran ayuda para no confundirse.
Las grandes cadenas de restauración utilizan en muchas ocasiones vasos reciclables de papel, cuyas tapas tienen pequeños círculos abultados. Estos redondeles pueden presionarse para quedar en otra posición y así distinguir un bebida de otra. Otra opción mucho más obvia son los recuadros impresos a los lados del vaso, en los que se suele marcar con una 'X' la clase de producto.
Pudiera parecer entonces que en cafeterías más tradicionales sería más difícil distinguir una bebida de otra, pero éstas también tienen sus propios trucos para diferencias las bebidas. Por ejemplo, sirviendo una bolsita de azúcar o una pequeña galleta en la orden que es distinta al resto, o incluso colocando la cucharita del café en otro posición.
Estos mecanismos los realizan los camareros de forma casi inconsciente, por lo que nos pueden dar muchas pistas por si se han equivocado con nuestra orden. En caso de que haya habido un error, la mejor forma de proceder y de que se atienda nuestra petición siempre es indicarlo amablemente. Cuantos menos conflictos se generen, más fácilmente y de mejores maneras pondrá solución al problema el establecimiento.