Nicolas Vinokurov, el hijo del jefe está en la Vuelta
El ciclismo en Kazajstán se llama Vinokurov. El patriarca de la familia, Alexandr, aspiró durante varios años a ganar el Tour. Ganó la Vuelta en 2006 y era uno de los favoritos cuando en 2007 Alberto Contador se vistió por primera vez de amarillo en Parìs. Aunque nunca ganara el Tour, se despidió del ciclismo con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 antes de convertirse en el referente de la gestión deportiva en su país al frente de Astana.
Con un breve periodo en el que salió de la estructura del equipo, coincidiendo con la entrada de un patrocinador ajeno al gobierno de su país, Vinokurov lleva desde 2012 gestionando el equipo que lleva el nombre de la capital de Kazjastán por las carreteras del mundo.
Y ahora el apellido tiene continuidad. Su hijo Nicolas participa en la Vuelta con el maillot de Astana. A los 22 años, el palmarés de uno de los dos gemelos Vinokurov es discreto. Sólo destacan sus dos victorias en el campeonato nacional kazajo sub 23 en 2022 y en 2023, además de una victoria en el Tour de Japón de este año, donde acabó cuarto en la general, segundo en la clasificación de la montaña y ganó la de los jóvenes. «La gente piensa que he conseguido un contrato sólo por mi padre», lamentaba después de aquel triunfo. «No piensa en los resultados», añadía, a pesar de que aún no tiene mucho de qué presumir.
Nicolas se define como un corredor capaz de definir bien en las llegadas en rampa, un finalizador al estilo de lo que fueron Philippe Gilbert y Alejandro Valverde.
En la Vuelta, de momento, su participación está siendo bastante discreta. Está a 1:28 del líder en la general, en el puesto 134. Mejoró un puesto su clasificación después del abandono de Dylan Van Baarle.
Nicolas se estrenó como profesional en el Tour de Omán de 2022 junto a su hermano mellizo Alexandre, que continúa ligado a la estructura de Astana pero en el equipo de desarrollo. Los dos son de la misma quinta que el español Juan Ayuso, pero nunca han estado cerca de acercarse a su rendimiento. No lo hicieron cuando corrían en juveniles y mucho menos ahora entre los profesionales.
Antes de llegar a la Vuelta participó en la Vuelta a Burgos sin demasiado lustre. Su mejor clasificación fue un decimoséptimo lugar en la última de las cinco etapas de la carrera. El apellido Vinokurov ha regresado al pelotón, pero lejos del brillo que tuvo en los primeros años del siglo.