El comandante de las fuerzas armadas de Ucrania explica por qué sus tropas ocuparon territorio ruso
El general ucraniano Oleksandr Sirski, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ha afirmado que sus tropas han capturado alrededor de 100 asentamientos en la región rusa de Kursk y un territorio de 1.300 kilómetros cuadrados además de casi 600 prisioneros desde que comenzara la incursión el pasado 6 de agosto contra la región fronteriza en una operación insólita e inesperada que ha puesto a Vladimir Putin en una situación embarazosa, al reconocer la primera ocupación de militares extranjeros en suelo ruso por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Durante una comparecencia ante periodistas, el máximo alto mando militar ucraniano explicó por qué el presidente Volodimir Zelenski dio luz verde a esta audaz operación. Sirski señaló que con la invasión militar Kiev quería detener el bombardeo constante de la región ucraniana de Sumy desde el territorio ruso cercano a la frontera ocupado ahora por unidades ucranianas. A principios de agosto, Rusia había concentrado un número importante de sus tropas en la zona fronteriza y estaba planeando una ofensiva. Ante esto, dijo el general, se decidió actuar de manera proactiva y crear una zona de seguridad, lanzando su propia ofensiva.
El comandante ucraniano también dijo que uno de los objetivos de la ofensiva en Kursk era desviar fuerzas rusas de otras zonas, en primer lugar de Pokrovsk y Kurakhove. Pokrovsk, un importante centro ferroviario y de carreteras, es ahora una ciudad de guarnición clave contra un colapso a gran escala en la región. La situación en esta zona es bastante compleja en estos momentos, añadió Sirski. "En las últimas semanas se han producido más de 50 enfrentamientos militares diarios. El enemigo aprovecha su ventaja en cuanto a personal, armas y equipamiento militar. Sin embargo, en general, las acciones ofensivas las llevan a cabo grupos de asalto de infantería". El precio que Rusia está pagando por mantener posiciones en esta parte del frente es la pérdida de hasta 300 soldados por día, añadió.
Mientras tanto, Ucrania continúa con sus operaciones de destrucción contra los puentes rusos que cruzan el río Seim. Se estima que hay unos 3.000 soldados rusos atrapados al sur de este río y entre las tropas ucranianas que avanzan desde el este y el oeste.
En las últimas horas, drones ucranianos atacaron una subestación eléctrica y un camión KamAZ pertenecientes a las fuerzas del grupo ruso Sever que combaten en Kursk. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso ha asegurado que la situación está bajo control. “Las unidades del Grupo de Fuerzas Sever, apoyadas por la aviación y la artillería del ejército, han repelido 11 ataques lanzados por los destacamentos de asalto de las Fuerzas Armadas de Ucrania en dirección a Borki, Kulbaki, Kremyanoye y Malaya Loknya”, informó el Ministerio de Defensa en Telegram.
Mientras los combates se intensifican en la vecina región de Kursk, las tropas ucranianas están intentando abrirse paso nuevamente en la región rusa de Belgorod, según un funcionario ruso, medios de comunicación y blogueros militares. Sin embargo, Moscú ha asegurado que esta región está controlada y que ha repelido todos los ataques ucranianos.