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Los Juegos del Hambre del ciclismo modesto

Cuando un equipo invitado a una gran vuelta logra una actuación como la que ha tenido el Kern Pharma en la recién terminada Vuelta a España, mucha gente respira aliviada. En primer lugar, el propio organizador, porque su apuesta para incluir a esa escuadra y no a otra se ve refrendada en resultados. A la misma vez, el equipo interesado puede justificar con todo merecimiento la temporada en esas tres semanas a los ojos de sus propios patrocinadores.

Y en un escaparate de primer nivel. Aunque también hay una contrapartida: sus ciclistas generan más interés a equipos más grandes y bajan las opciones de retenerlos. Por eso los propios corredores son los más interesados en firmar una gran actuación en carreras como la Vuelta, que tras confirmarse la invitación pasa a ser el gran objetivo del año.

Pero hay otra pelea soterrada para la que también es importantísimo hacer un desempeño como el que han tenido los navarros en la ronda española: los puntos UCI. Sí, los mismos que traen de cabeza al Movistar -ahora ya menos, porque este verano ha vuelto a alejarse de la zona de peligro- para mantenerse en el WorldTour. En este caso, esos puntos se están convirtiendo en un factor indispensable para los equpos ProTeam, que es la segunda división del ciclismo.

Y es que la UCI está empezando a regirse por los puntos para todo. Incluidas las invitaciones a grandes vueltas. Hasta hace unos años, los 22 equipos salían de la siguiente manera: los 18 WorldTour tenían derecho a participar y los otros cuatro los decidía la organización. Pero, con el actual sistema de ascensos y descenso, las cosas han cambiado y los organizadores tienen cada vez menos margen de maniobra.

Ahora, las 18 formaciones de Primera División siguen entrando por derecho. Y, de las cuatro invitaciones, los dos ProTeam con más puntos -Lotto-Dstny e Israel actualmente- entran también de forma automática, salvo que renuncien expresamente a correrla. El organizador puede, por tanto, invitar a otros dos equipos a su criterio.

¿Y qué significa esto? Pues, si tenemos cuatro equipos ProTeam españoles -Kern Pharma y Euskaltel-Euskadi, que han corrido la ronda española este año, Caja Rural-RGA y Burgos-BH-, ya sabemos que dos de ellos no irán a LaVuelta, con el daño que implica a nivel de exposición para los patrocinadores.

Pero la cosa no acaba aquí. Porque la UCI también ha puesto un listón mínimo que deben cumplir los ProTeam que quieran tener derecho a una invitación. En este 2024, para poder optar a esa ‘wildcard’, el equipo tenía que estar en el Top50 de la clasificación mundial de equipos -que incluye WorldTour, ProTeam y Continental, las tres divisiones-. Para el año que viene, el asunto se endurece: deben ser uno de los 40 mejores. Ya hay tres equipos -Novo Nordisk (EEUU), Corratec (Italia) y Flanders-Baloise (Bélgica- que no serían seleccionables aunque sean de Segunda. De cara a 2026 será aún peor. Todo equipo que no esté en el Top30 no podrá ser invitado.

Euskaltel, al límite

Esta medida tiene detractores, pero también defensores. Fijar un mínimo evita que equipos que tienen el estatus ProTeam pero no son deportivamente competitivos se puedan colar en una carrera para la que objetivamente no tiene nivel. Pero también muchos equipos creen que el listón de 30 es excesivo. Porque una mala temporada en la que las cosas no salgan de cara o algunos ciclistas importantes tengan lesiones puede lastrar no sólo el año corriente, sino también para el siguiente.

Pero eso será en 2026. Para el año que viene se exige un Top40 que, ahora mismo, los cuatro ProTeam españoles cumplen. El Caja Rural-RGA, 17 victorias este año, ocupa el 24º lugar con 3.531 puntos. Muy cerca se les ha situado el Kern Pharma gracias a la tremenda Vuelta que se han marcado. Ahora van en el puesto 25 con 3.054 unidades. Y muy cerca sigue el Burgos-BH, vigésimo séptimo con 2.776. A estas alturas de temporada, no parece que vayan a pasar apuros para ser, al menos, seleccionables para la Vuelta del año que viene.

Más justo está el Euskaltel-Euskadi, que ha sacado pocos puntos de LaVuelta. Hay que decir, en su defensa, que eran el equipo con menor presupuesto de la carrera a una distancia sideral. Y que han logrado compensarlo, en parte, con buenos puntos en algunas clásicas europeas, como los que metió Jon Aberasturi en el GP Fourmies francés. En este momento ocupan la trigésimo cuarta plaza de la clasificación mundial con 1.210 puntos. Apenas 224 de margen sobre la línea roja.

¿Y qué pueden hacer los equipos en esta situación? Pues ir a todas las carreras posibles a pillar puntos, y eso es lo que harán los naranjas, que van a alargar el calendario hasta mitad de octubre y visitarán Bélgica, Italia, Malasia y China para acabar lo más arriba posible. Pero llevar toda la logística a países remotos no es sencillo para estructuras más pequeñas, que van al límite en lo económico.

Son los Juegos del Hambre de los modestos por tener, al menos, la oportunidad de medirse a los más grandes y estar en los principales escenarios del ciclismo. Y va a ir a más en los próximos años.

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