Sánchez se salta cinco conferencias de presidentes
La Conferencia de Presidentes es el órgano de máximo nivel político de cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas y ocupa la cúspide del conjunto de órganos de cooperación multilateral. Desde su creación en 2004, la Conferencia de Presidentes se ha reunido en veintiséis ocasiones, el grueso de ellas, las 20 últimas, durante el mandato de Pedro Sánchez. El jefe del Ejecutivo le dio un impulso a este órgano multilateral durante la pandemia, como foro de coordinación territorial para hacer frente a la Covid-19, y solo en 2020 hubo 17 encuentros. Sin embargo, en los últimos años su convocatoria se ha ido espaciando hasta quedar relegada al olvido. La última vez que se celebró fue hace dos años y medio, en marzo de 2022, y precisamente en aquella cita en la isla de La Palma se aprobó un nuevo reglamento en el que se establecía una encomienda de continuidad con la obligación de promover, al menos, una reunión cada seis meses.
«Se incrementan a dos las reuniones que, como mínimo, deberá celebrar a lo largo del año, frente a la reunión anual que prevé el Reglamento vigente. El Comité preparatorio, por su parte, deberá reunirse cada seis meses, de manera que se convierta en un órgano de diálogo permanente entre los representantes de las distintas Administraciones públicas», establece el documento. Por tanto, en estos dos años y medio en blanco, Sánchez ha sorteado la convocatoria de cinco reuniones con los presidentes autonómicos, la últimas con un mapa territorial monopolizado por el poder regional del PP. En Moncloa se han escudado estos meses en los sucesivos procesos electorales para considerar poco propicia la reunión, pero las últimas elecciones se produjeron el pasado mes de junio y el Gobierno se comprometió a impulsar una cita antes del verano y otra a final de año. La primera no se produjo y la segunda sigue sin concretarse. Los presidentes autonómicos que desfilaron ayer por Moncloa no salieron con una fecha concreta, más allá de que Sánchez les trasladara que es «inminente».
El presidente aseguró que será después de reunirse bilateralmente con todos ellos en Madrid cuando tiene previsto convocar el órgano multilateral. Lo hará en Cantabria y con la vivienda como eje central y no así la financiación, como le demandan los líderes regionales. En el Gobierno sostienen que el foro para tratar esa cuestión es el Consejo de Política Fiscal y Financiera y no la Conferencia de Presidentes, donde los intervinientes apenas tienen cinco minutos de exposición. Además, inciden, los acuerdos «tienen que ser por unanimidad» por lo que, ante la dificultad de alcanzarla, solo suelen producirse «recomendaciones».
Con estos mimbres, Sánchez arrancó ayer la ronda autonómica con el lendakari vasco, Imanol Pradales; el presidente de Galicia, Alfonso Rueda; y el de Andalucía, Juanma Moreno. Las reuniones seguirán en los viernes sucesivos, pero las citas de esta primera convocatoria tenían un interés especial para el Gobierno y era tratar de salvar a la desesperada la importante votación que se producirá la próxima semana en el Congreso relativa a los Presupuestos. El Ejecutivo volverá a llevar el techo de gasto para su aprobación. Una segunda oportunidad pero, se anticipa, que el mismo resultado negativo, pues desde Junts y el PP mantienen su oposición.
Por ello, Sánchez utilizó las citas en la Moncloa para tratar de persuadir al principal partido de la oposición –a través de sus barones en Galicia y Andalucía– y a Junts, a través del PNV. El lendakari confirmó que su partido va a «jugar a favor de la estabilidad del Estado» ante la percepción de que «Pedro Sánchez tiene ganas de continuar una legislatura larga». El líder nacionalista vasco no «descarta» que lleguen a aprobarse los Presupuestos y mostró su disposición a ejercer de facilitador con Junts. «Nosotros siempre hemos intentado favorecer que se mantenga la estabilidad política, porque entendemos que es la manera de avanzar en todos estos elementos, como la elaboración de los próximos presupuestos vascos, que están ligados a que exista una senda de déficit y un techo de gasto».
Y esta es, precisamente, la baza que Sánchez explotó en sus reuniones, trasladando a Rueda y Moreno el menoscabo patrimonial que supondrá para sus administraciones que no haya una nueva senda de déficit, que supondría tener 6.000 millones de euros menos para gasto en Sanidad, Educación y otros servicios públicos. Estos números se elevan hasta los 7.500 millones para los presupuestos autonómicos para los ejercicios 2024-2026. En concreto, según los números que maneja Hacienda Andalucía dejará de recibir 1.090 millones de euros y Galicia unos 422 millones.
«Hablamos de financiación y financiación también es que no pierdan miles de millones las comunidades autónomas y los ayuntamientos por votar en contra de la senda de estabilidad la próxima semana. Si eso se materializa, significará de facto, que los recursos que tengan los ayuntamientos, las comunidades autónomas y, por tanto, la ciudadanía, se van a reducir en miles de millones de euros para los años 2025 y 2026», señaló el ministro Torres que elevó la cifra hasta los 12.000 millones.