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El temor a una derrota de los socialdemócratas domina en la capital brandeburguesa de Potsdam

El temor a que pierdan el Gobierno de Brandeburgo los socialdemócratas, que se juegan la continuidad del primer ministro, Dietmar Woidke, ante el avance de la ultraderecha, dominaba este domingo entre los votantes que acudieron a votar en la Cámara de Comercio e Industria (IHK) de Potsdam, la capital de este Estado federado que rodea Berlín.

Entre los votantes madrugadores, el candidato del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), parecía la mejor opción, a pesar de que algunos se decantaban por otros partidos, ya fueran de la coalición que dirige el líder socialdemócrata, de la oposición o de la recién irrumpida Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de corte izquierdista.

"Yo quiero que Woidke siga de primer ministro, y que gane a Alternativa para Alemania (AfD)", dijo a EFE Beatrix, una mujer de mediana edad que trabaja como contable a la salida del colegio electoral.

Aludió así al partido de ultraderecha que encabeza las encuestas, pese a ser considerado un caso sospechoso de extremismo de derechas por los servicios de inteligencia del interior de Alemania.

Beatrix aseguró que había soñado "con que el primer ministro se mantenía en el cargo".

Según las encuestas, a AfD se le atribuye entre un 27% y un 29% en intención de voto, mientras que el SPD se le sitúa en la horquilla de entre el 25% y el 27%.

En su campaña, Woidke, en el cargo de primer ministro de Brandeburgo desde 2013, prometió que dejaría el liderazgo del SPD si no ganaba los comicios de este domingo.

"Woidke ha hecho un buen trabajo, pero el SPD no es mi partido y el canciller Olaf Scholz no lo está haciendo bien", señaló a EFE Mila, una trabajadora social votante del partido izquierdista 'Die Linke' que, tras votar, manifestó su rechazo a la labor del Gobierno federal, compuesto por una coalición de socialdemócratas, ecologistas y liberales.

Por su parte, Gerhard votó por el SPD sin pensar en "el tema de los extranjeros", según planteó a Efe. Se refirió a uno de los asuntos que ha copado el debate en Alemania, y en particular la campaña de Brandeburgo, algo debido en parte a los esfuerzos de Scholz de limitar la llegada de migrantes al país por vía irregular

"Es un tema de AfD, y en Brandeburgo, en realidad, hay otros asuntos más importantes. Espero que AfD no sea la primera fuerza política", dijo Gerhard, que trabaja como consultor empresarial.

Se hacía eco así de los temores expresados en encuestas recientes en las que economistas han expresado su miedo a los efectos negativos que tendrían para el desarrollo económico los recientes éxitos de AfD en Turingia y Sajonia.

"Brandeburgo tiene éxito con su apertura e internacionalización, con AfD nos vamos la Edad Media, hacia un regreso de pequeños estados nacionales", comentó Gerhard.

En este sentido, Josefine, que salía del colegio electoral con su bebé, confesó a EFE haber "votado para mostrar oposición a la extrema derecha". "Lo ideal creo que es identificarse con Woidke", añadió antes de declarar que lamentaría mucho si el SPD no consigue ser primera fuerza este domingo, lo que implicaría la marcha del primer ministro socialdemócrata.

Norman, un joven de 36 años, se quejó ante EFE de la "bajada de los estándares sociales en Alemania", algo que le animó a votar a BSW. "En Potsdam no hay viviendas disponibles, uno tiene que irse a decenas de kilómetros para encontrar algo que se pueda pagar, y eso que yo cobro bien. Necesitamos un cambio, los responsables de la situación del país son el SPD, la Unión Cristianodemócrata (CDU) y Los Verdes", apuntó en una referencia a la coalición que dirige Woidke en Brandeburgo.

Por un cambio también quiso votar Uwe, un jubilado que dijo haber elegido la papeleta de la CDU a pesar de su decepción frente a la gestión del Gobierno en Brandeburgo. "Por alguien hay que votar", afirmó tras depositar su voto.

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