Más de la mitad de los niños que viven en países en conflicto interrumpen su educación hasta dos años
Más de la mitad de las niñas, niños y jóvenes que viven en países en conflicto interrumpen su educación entre uno y dos años, según revela un informe de Plan International, presentado este martes, de cara al Día Internacional de la Niña, que se celebra el 11 de octubre. El documento señala que las niñas dejan de estudiar en mayor medida por el cierre o destrucción de las escuelas, la violencia y el matrimonio infantil, mientras que los niños lo hacen para buscar empleo y mantener a la familia.
El estudio, titulado 'Still We Dream: Niñas y jóvenes en situaciones de conflicto', se ha elaborado a partir de 9.995 encuestas a niños, niñas y jóvenes de entre 15 y 24 años en 10 países donde Plan International trabaja (Camerún, Colombia, Etiopía, Líbano, Mozambique, Nigeria, Filipinas, Sudán, Ucrania y un país que no puede ser nombrado por razones políticas y operativas); y en base a 104 entrevistas en profundidad.
El informe destaca que hay "diferencias significativas" por género en el acceso a los recursos, la sensación de inseguridad y el impacto psicosocial de los conflictos, que son mayores en las niñas. Los hombres jóvenes suelen ser quienes tienen más riesgo de ser reclutados para participar en los combates, mientras que las niñas y mujeres se enfrentan al trauma y las secuelas de la violencia sexual.
"Nuestro estudio demuestra que todos los niños, niñas y jóvenes sufren en los conflictos, pero las niñas y mujeres jóvenes tienen menos acceso a recursos básicos, viven con mayor miedo y más expuestas a la violencia sexual, y expresan más estrés emocional. Reconocer cómo el conflicto impacta de forma diferente según el género es clave para ofrecer una respuesta adecuada y promover la igualdad y la participación en los procesos de paz", ha señalado la directora general de Plan International, Concha López.
En concreto, de los datos se desprende que más de una de cada cuatro niñas, un 27%, vive con miedo constante a la violencia sexual, un porcentaje mayor que en el caso de los niños (el 17%). Según advierte Plan International, la violencia sexual se utiliza sistemáticamente como arma de guerra, con "consecuencias devastadoras y de por vida para las niñas y las mujeres jóvenes".
En algunas entrevistas del informe se comparten relatos sobre violaciones y otras formas de violencia sexual que las niñas y mujeres jóvenes han experimentado o presenciado.
El informe también señala que al 22% de los niños y hombres jóvenes encuestados se les ha pedido unirse a grupos armados, comparado con el 14% de las niñas. Las razones para unirse son variadas, siendo la falta de empleo, la necesidad de protección y el deseo de venganza las más mencionadas. Del total, el 31% afirma haberse unido voluntariamente.
En cuanto a los recursos, el 44% de las niñas, niños y jóvenes asegura tener acceso nulo o limitado a alimentos, mientras que el 59% se enfrenta a dificultades similares en el acceso a la electricidad y el 41% carece de acceso adecuado al agua. Además, el estudio revela que las niñas y las mujeres jóvenes encuentran obstáculos adicionales en el acceso a estos recursos básicos. Además, el 46% de los participantes declararon no haber recibido ninguna ayuda.
En cuanto a la inseguridad, el informe destaca que, en general, el 38% de las niñas, niños y jóvenes temen por su vida, el 46% debido al riesgo de tiroteos, y el 30% por los ataques aéreos. Asimismo, el 39% de las niñas se sienten "muy inseguras" o "inseguras" por la constante amenaza de violencia, en comparación con el 36% de los niños.
En este sentido, tanto niñas como niños reportan "niveles preocupantes de estrés y ansiedad", incluyendo trastornos del sueño y preocupación constante, junto con un acceso limitado a los servicios de salud mental y de salud sexual y reproductiva. De acuerdo a los hallazgos del informe, un 58% de las encuestadas viven con angustia y preocupaciones constantes, mientras que en el caso de los niños y hombres jóvenes la cifra es del 49%.
En todo caso, a pesar de los datos que revela este estudio, las niñas, niños y jóvenes siguen confiando en un futuro de paz. Un 65% aboga por los diálogos de paz, con un 45% de las mujeres jóvenes que apoya la participación juvenil, y un 39% que destaca la importancia de que niñas y mujeres jóvenes tengan un papel activo en estos procesos.
Según recuerda Plan International, 2024 está siendo un año "especialmente marcado por las crisis y conflictos en muchos lugares del mundo", con casi 300 millones de personas que necesitarán asistencia humanitaria. Por ello, ha hecho un llamamiento urgente a todas las partes involucradas para proteger a las niñas y la juventud en zonas de conflicto.
En concreto, la organización recomienda: Implementar un alto el fuego inmediato e iniciar diálogos de paz que garanticen la inclusión de las voces y necesidades específicas de las niñas y la juventud; detener y condenar todas las violaciones graves contra niñas y niños, incluyendo el reclutamiento, asesinatos, violencia sexual, ataques a escuelas y hospitales, secuestros y la negación de la ayuda humanitaria; apoyar una educación segura e inclusiva; orientar la ayuda humanitaria, asegurando el acceso igualitario a alimentos, agua y refugio, e impulsar las economías locales.