Alemania encadenará una segunda recesión en 2024, con una caída del PIB del 0,2%
El Gobierno federal alemán presentó este miércoles en Berlín su proyección económica de otoño, en la cual deja claro que el país cerrará el ejercicio de 2024 en números rojos por segundo año consecutivo, en lugar de la leve recuperación esperada por el ministro de Economía y para la Defensa del Clima del partido verde Die Grünen, Robert Habeck. Así, la "locomotora europea" sufriría por primera vez desde principios de siglo dos años consecutivos de recesión, después de la contracción del 0,2% en 2002 y del 0,5% en 2003, y sería el único país del G7 que estaría en recesión este año.
El PIB alemán se reducirá un 0,2% en 2024 frente al crecimiento del 0,3% previsto, tras caer ya en 2023 un 0,3%, mientras que el gabinete del socialdemócrata Olaf Scholz anticipa una lenta reactivación económica que comenzaría el próximo año: en 2025 el PIB alemán crecería un 1,1% y en 2026 un 1,6%.
El informe presentado detalla los problemas que enfrenta la economía en estos momentos: el cambio demográfico, la pérdida de competitividad y la fragmentación geoeconómica. También alude a la caída de la demanda interna y externa, así como a la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que estaría afectando al crecimiento económico, según los expertos del Ministerio de Habeck.
Asimismo, el Gobierno alemán reconoce que la producción industrial y el clima empresarial muestran una fase de debilidad que, según sus cálculos, seguirá hasta finales de año. A partir de 2025, la esperanza está centrada en la disminución de la inflación, el aumento de los ingresos reales y la reducción de los tipos de interés para motivar el consumo interno.
Los incrementos salariales acordados con los sindicatos, la caída de la inflación y los alivios fiscales que impuso el partido liberal FDP son factores determinantes que llevarían a la recuperación de la economía. Con todo ello, el Gobierno alemán espera que la inflación permanezca en 2025 por debajo del 2%. Además, la coalición del semáforo también confía en que el crecimiento en los mercados internacionales beneficiará a las exportaciones manufactureras alemanas de maquinaria, equipos y vehículos.
"Desde 2018, la economía alemana no ha experimentado un crecimiento robusto", asegura el comunicado de prensa del Ministerio de Economía. "Alemania y Europa están atrapadas entre China y Estados Unidos en medio de las crisis", explicó el Ministro Habeck ante la prensa, aludiendo a la coyuntura actual, sin mencionar a Rusia. El ministro y su partido atraviesan momentos muy difíciles, después de que los presidentes del mismo y toda la dirección de las juventudes de Die Grünen dimitieran hace dos semanas.
El Gobierno alemán ha lanzado un paquete de medidas para promover la inversión en el país, atraer a profesionales extranjeros, reducir la burocracia y crear incentivos para las empresas, todo ello mientras decenas de grandes empresas anuncian cierres de plantas y despidos de miles de trabajadores debido al alto costo energético, tras la renuncia de Alemania al gas ruso, que sigue siendo el mayor problema de la economía alemana.
La reconversión del sistema eléctrico será fundamental y fue mencionada por el ministro, quien confía en que el precio de la energía siga bajando. A pesar de todo, la semana pasada, los datos de fabricación de coches sorprendieron al alza, brindando un importante impulso inesperado a la producción industrial total. Sin embargo, la creciente producción industrial en agosto no es aún motivo para bajar la guardia, aseguró Jupp Zenzen, experto en economía de la Cámara de Industria y Comercio Alemana, al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.