"El escándalo de los regalos ha empañado gravemente la imagen personal de Starmer"
Starmer celebra sus primeros 100 días en Downing Street con una baja popularidad. ¿Cuáles son las razones, en su opinión?
La dinámica de estar en el Gobierno es bastante diferente a la de estar en la oposición y Starmer está pagando el precio de enfrentarse a realidades económicas que requerirán algunas decisiones difíciles que acortaron drásticamente el período de “luna de miel” del que suelen disfrutar los gobiernos recién elegidos. Además, nunca ha sido un líder laborista muy carismático –a diferencia, por ejemplo, de Tony Blair– y está pagando el precio del escándalo de los llamados “regalos” que surgió el pasado mes de septiembre y que ha empañado gravemente su imagen personal.
¿Los regalos recibidos de donantes del Partido Laborista han dañado su imagen de hombre íntegro tras sus promesas de cambio tras los escándalos “tories”?
Sí, lo hicieron. Mientras estuvo en la oposición, la estrategia del Partido Laborista fue presentarse como honesto y transparente, y establecer un contraste con los primeros ministros conservadores –desde David Cameron hasta Boris Johnson y más allá– a los que trató de pintar como poco serios y con derecho a todo. Ahora, la misma narrativa se está aplicando a Starmer, tanto en la prensa como por parte de los oponentes políticos, y su efecto se ha visto agravado por el hecho de que, en lugar de disculparse, decidió tratar de "explicar" los regalos: una estrategia de comunicación que nunca es sabia ni efectiva porque casi nunca cambia la percepción del público sobre el tema o reinicia el ciclo de noticias.
¿Podrían los recortes del gasto público provocar una rebelión en el Partido Laborista?
El tamaño de la mayoría parlamentaria del Partido Laborista es tal que un dolor de estómago de algunos miembros no sería un problema. Sin embargo, ciertamente hemos visto a algunos diputados de segunda línea decepcionados expresar su desaprobación sobre medidas como la controvertida propuesta de eliminar la asignación de combustible para el invierno. En este punto, es más un problema de apariencia e imagen que un verdadero problema dentro del partido, pero necesitan algo así como un anuncio político importante para cambiar la narrativa y remodelar la agenda de noticias.
¿Cuáles son las razones de los recientes cambios en Dowining Street para reemplazar a Sue Gray?
Sue Gray, una funcionaria de larga trayectoria que dirigió la investigación sobre el “Partygate” de Boris Johnson, se había unido recientemente al Partido Laborista, cuando este se preparaba para tomar el poder. Si bien no estuvo involucrada en el escándalo de los “regalos”, su función y su salario fueron objeto de escrutinio al mismo tiempo porque solía cobrar más que el primer ministro. No está del todo claro si fue un chivo expiatorio para intentar demostrar que se estaban tomando medidas y cambiar el debate. En cualquier caso, en este momento su degradación no parece haber ayudado a Starmer o al Gobierno a recuperar terreno ante la opinión pública británica.