Estas son las tres películas imprescindibles de Almodóvar que debes ver antes de 'La habitación de al lado'
"Hay muchos modos de vivir dentro de la tragedia" estas son las palabras que menciona el personaje de Julianne Moore en 'La habitación de al lado', la última producción de Pedro Almodóvar. Probablemente esta sea la mejor forma de definir la nueva etapa que atraviesa el cine del manchego. Un ciclo más suntuoso, solemne y, si se quiere, ceremonioso. Sin embargo, dejando atrás esa coraza estilizada en torno a su extravagante sofisticación, el trasfondo argumental del período que traspasa se predispone en cuestión a la exótica relación de sus temáticas con el duelo, el deseo y la muerte. Como la vida misma pero con más colores. Es por eso preciso entender las cuestiones que rodean a la mente del cineasta para comprender el cómo su cine ha llegado a esta 'extraña forma de vida'.
Si bien algunas películas esenciales en la carrera de Almodóvar no son mencionadas en este listado, estas tres son las que considero indispensables para entender la evolución lógica que ha tenido con respecto al paso de los años. Es imposible no destacar filmes como 'Volver' (2006) o 'Hable con ella' (2002), con la que ganó el Oscar a mejor guion original, puesto que simplemente sin ellas no existiría esta mitificación imperante de la figura de su director. De hecho es esa regularidad la que le ha llevado a ser la piedra angular del cine español contemporáneo llegando a incluso a codearse con directores de la talla de Carlos Saura, Luis García Berlanga o Víctor Erice. Luis Buñuel quizás sean palabras mayores.
¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984)
Esta película forma parte de la juventud del cineasta, de su hambre atroz y estrambótica pero sincera. Con una Carmen Maura totalmente consagrada como 'chica Almodóvar' la película nos cuenta las vivencias de una familia desestructurada que sale adelante con el nimio salario de un taxista y el (casi) inexistente sueldo de su trabajo como asistenta. En este contexto y con cinco bocas que alimentar en una casa de apenas cuarenta metros cuadrados, Gloria intenta zafarse de la realidad para tratar de ser feliz. Una misión imposible.
Dentro del imaginario de esta película se pueden apreciar algunos de los pilares fundamentales que rigen su cine. El rechazo de la sociedad a lo desconocido, la incierta mezcla entre la bohemia y el vulgarismo, la inexistencia de formalismos, etc. Sin duda conforma uno de los intentos más elocuentes de mostrar la familia española y sus múltiples taras existenciales. Desde ya se nos introduce esa diversidad innata a su concepción cinematográfica por mezclar géneros y estilos. La mezcla de texturas e influencias enaltece su posición de la misma manera que sus excesos diversifican opiniones.
Todo sobre mi madre (1999)
Surge en la 'etapa gloriosa' de Almodóvar. En un lapso de 7 años este cineasta consigue encadenar cuatro de sus películas más laureadas, 'Todo sobre mi madre' (1999), 'Hable con ella' (2002), 'La mala educación' (2004) y la ya mencionada 'Volver' (2006). Encontramos un Almodóvar más maduro y reposado en el que convergen todas sus cuestiones más relevantes. Manuela es madre soltera de un adolescente llamado Esteban,. Este muere atropellado de camino a casa después de ir al teatro el mismo día que cumple 17 años. En este proceso de duelo y aceptación, ella iniciará la búsqueda del padre de Esteban en Barcelona para informarle de la muerte de su hijo. Sin embargo, él ahora es un travesti.
Una película imperdible del cine español. Esta fue una de las primeras cintas que elevó el estatus de Almodóvar a director internacional y lo puso en el punto de mira de este nuevo siglo. Incluso llegó a recibir el Premio Oscar a mejor película de habla no inglesa, hito que consiguió por primera vez Buñuel con 'El discreto encanto de la burguesía' (1972).
Dolor y gloria (2019)
En 2019 llegó la cinta más personal del director. Una película en la que, bajo el seudónimo de Salvador Mallo, nos cuenta su vida de principio a fin. Hay quienes la comparan con la famosa '8 1⁄2' de Federico Fellini. Sin embargo, salvo paralelismos temáticos poco tiene que ver con la obra del italiano. Si la cinta de Fellini hablaba sobre la perdida del proceso creativo del artista, esta coge la idea en primera instancia para reflejar el cómo nace una película desde la más absoluta realidad. La ficción que se nutre de lo real. Si bien la primera parte resulta menos trascendental que su segunda es en el ecuador de la misma cuando comienza a evolucionar, al igual que el proceso de creación de su película.
Tal vez Almodóvar nunca haya condensado también una idea como lo hace en los dos últimos minutos de esta. Conmociona, conmueve y eriza la piel. El arte como medio de expresión visto desde los ojos de su artista.