La huelga de repartidores de butano arranca este lunes en toda España: servicios mínimos, próximas jornadas de paros y a cuántos hogares afecta
Millones de hogares notarán este lunes el peso de la huelga de los transportistas distribuidores de butano. La Federación Española de Distribuidores de Gases Licuados del Petróleo (Fedglp) ha convocado a los transportistas de butano a un paro en el servicio de reparto a domicilio de este combustible en toda España para este lunes. Esta huelga, motivada por la inacción del Ministerio de Transición Ecológica y las condiciones impuestas por las compañías petroleras, busca visibilizar la complicada situación de los distribuidores, quienes aseguran estar operando a pérdidas.
La protesta de este lunes será la primera de una serie de paros programados para noviembre y diciembre. En concreto, los próximos días de huelga serán el 13, 21 y 29 de noviembre, y en diciembre se extenderán a los días 5, 11, 17 y 23. Estos paros afectarán a la entrega de más de 150.000 bombonas de butano diarias, de las cuales dependen aproximadamente seis millones de hogares en todo el país.
Durante los días de suspensión, los distribuidores no realizarán entregas a domicilio ni para particulares ni empresas. Sin embargo, la Fedglp ha asegurado que el suministro se mantendrá para los puntos de venta y que no se verán afectados los usuarios en situación de vulnerabilidad, ni aquellos en centros educativos, sanitarios, de atención social, residencias de mayores o instituciones sin ánimo de lucro.
Los convocantes denuncian que los repartidores de butano atraviesan una situación crítica desde hace años, como consecuencia de que el sistema de actualización de la retribución que perciben por cada bombona lleva más de una década sin actualizarse.
Frente a esta congelación, lamentan que se ha producido un aumento de los costes que tiene su origen en la escala inflacionaria, en el incremento de precio de los carburantes de los vehículos de reparto, el cumplimiento de las regulaciones en materia de seguridad y bajas emisiones, el incremento de los salarios y en la dificultad de mantener una plantilla estable de trabajadores dispuestos a desempeñar una profesión tan exigente y dura como es la del reparto domiciliario de bombonas.
Desde la Fedglp, se han llevado a cabo múltiples intentos de negociación para revisar las tarifas, con el objetivo de asegurar que los distribuidores puedan cubrir sus principales costos operativos, como los salarios, el mantenimiento de la flota de vehículos y otros gastos asociados. La Federación también ha pedido al Ministerio que actualice el sistema de precios de las bombonas, permitiendo que los repartidores reciban una retribución que haga viable el servicio y alivie las cargas financieras que actualmente amenazan su subsistencia.