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¿Cuánto importa una derrota en la Champions?

El Liverpool, líder, es el único síntoma de normalidad en la Liga de Campeones más trastornada de los últimos tiempos. La fase de Liga ha llegado a la mitad, se han jugado cuatro de las ocho jornadas, pero el nuevo formato parece tener desconcertados a los favoritos, a los que les cuesta medir la verdadera dimensión de una derrota.

¿Cuál es el precio de la derrota del Real Madrid ante el Milan? Ya se verá. De momento le obligaría a jugar una eliminatoria adicional antes de llegar a los octavos de final en la que se enfrentaría a uno de los equipos clasificados entre el puesto 9 y el 16 –ahora es decimoctavo– y en el que jugaría el partido de vuelta fuera de casa.

Los emparejamientos se deciden por sorteo entre los clasificados del 9 al 16 –cabezas de serie–y los que ocupen los puestos del 17 al 24. Y eso le podría llevar a enfrentarse al Manchester City, la Juventus, el Leverkusen o el Arsenal, pero también al Celtic de Glasgow o al Dinamo de Zagreb. Así que todo depende del azar. Y en la misma situación se encuentran, por ejemplo, el Bayern Múnich y el Atlético de Madrid, que de no haber ganado en París ahora mismo estaría fuera del playoff. Pero el Real Madrid, por ejemplo, está a sólo dos puntos del octavo.

No todos se enfrentan a los mismos equipos y, aunque el reparto hace que todos los participantes tengan rivales de todos los niveles –dos de cada bombo en el que repartían por su valoración de temporadas anteriores–, la asimetría del calendario hace que la clasificación en este punto no sea del todo real. Además, al tratarse de una competición tan corta, cualquier resultado provoca un cambio inmediato. El Aston Villa era hasta esta jornada una de las grandes sorpresas de un torneo que no pisaba desde 1983, cuando se ganó el derecho a volver al haber sido campeón el año anterior. Era líder y lo había ganado todo, pero una acción absurda de su central Mings, que agarró la pelota con la mano dentro del área después de un saque de su portero, el Dibu Martínez. El Villa perdió contra el Brujas y ahora es octavo, con un punto de ventaja sobre el Atalanta.

Más sorprendente es la presencia del Brest entre los ocho primeros. Es cuarto después de tres victorias y un empate. Algo que no se imaginaba después de una victoria por sólo 2-1 contra el Sturm Graz, uno de los equipos más débiles de la competición y que aún no ha puntuado. Después vino la goleada al Salzburgo, un empate contra el Leverkusen y la victoria contra el Sparta de Praga. No se ha enfrentado a grandes rivales más allá del Leverkusen, lo que hace dudar de la realidad de su posición. El Brest, undécimo en la Liga francesa, mejora por mucho el rendimiento del PSG, el primero de su campeonato.

El Sporting portugués es segundo después de haber goleado al Manchester City en la última jornada y el Mónaco, que empezó ganando al Barcelona, es tercero. Después de esa derrota el Barcelona se ha convertido en el único equipo español entre los ocho primeros y en el equipo más goleador del torneo, lo que da algo de solidez a la situación del Mónaco.

Tan raro al menos como la tercera posición del Mónaco es el vigesimoquinto puesto del PSG, el primero de los no clasificados. Lo peor para el equipo de Luis Enrique es que aún tiene que enfrentarse al Bayern Múnich y al Manchester City. Y eso después de haberse enfrentado ya al Atleti y al Arsenal. No ha tenido suerte con el sorteo el PSG. Otro de los condicionantes que dificultan la valoración real de la situación de cada equipo a mitad de la fase de liga de esta Champions. Aunque es preocupante para el Leipzig no haber puntuado hasta el momento. Está igual que el Sturm Graz, el Young Boys, el Estrella Roja y el Slovan.

Cada jornada es un vuelco. El Milan estaba fuera de todo hace unos días y la victoria ante el Madrid le sitúa al mismo nivel del equipo de Ancelotti. Y el Benfica que arrasó al Atlético está igual que el equipo de Simeone. Nada está en su lugar definitivo.

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