Las inundaciones en tres países, incluido España, se ceban con el fabricante de trenes Stadler
Pocas empresas han padeciendo en los últimos meses de forma tan severa los efectos del cambio climático y de los fenómenos meteorológicos extremos que está trayendo como el fabricante de material rodante ferroviario Stadler. La compañía se ha visto afectada en los cinco últimos meses por tres desastres climáticos en tres países diferentes, incluido España, que han tenido un impacto "masivo" en su producción, como ha admitido la propia compañía. Las inundaciones de Valencia, donde la compañía tiene una fábrica, así como las tormentas acaecidas meses atrás en Valais y Lower Austria han forzado a Stadler a congelar sus previsiones financieras.
Unos 400 trabajadores de los 3.000 que trabajan en Stadler Valencia, con planta en Albuixech, no podían el miércoles pasado llegar a su puesto de trabajo y alrededor de treinta proveedores se habían visto afectados gravemente afectados por la DANA no pudiendo suministrar los componentes industriales necesarios para la producción, según explicó la firma.
El fabricante aseguró que trabajaba a un ritmo reducido y que tenía que posponer entre 150.000 y 200.000 horas de producción de 2024 a 2025, debido a las interrupciones en las cadenas de suministro que han provocado que los vehículos no se puedan entregar según lo previsto.
Más inundaciones
A finales de junio, otra tormenta inundó la planicie de Ródano, incluida la factoría que Constellium tiene en Valais. Esta planta suministra perfiles de aluminio a Stadler y tuvo que ser cerrada durante varios meses. Esto obligó al fabricante de trenes a tomar contramedidas dado que Constellium no pudo reanudar el envío de material para la fabricación de los chasis de los coches hasta finales de octubre, aunque no se espere que recupere los envíos pendientes hasta finales de agosto del año que viene..
Posteriormente, en septiembre, otro nuevo fenómeno climático adverso se cebó con Stadler. Las fuertes lluvias que se registraron en Dürnrohr, Lower Austria, inundaron el centro que el fabricante tiene en esta zona. El agua alcanzó una altura de medio metro y causó graves daños a uno de los nuevos trenes de doble piso que estaban preparados para entregar al operador austriaco ÖBB.
Stadler también ha reconocido que los problemas en las entregas del pedido del Metro de Berlín han impactado en sus cuentas. La compañía ganó un concurso en 2019 que la francesa Alstom impugnó. Este movimiento retrasó le firma del acuerdo alrededor de un año. Después de su rúbrica en la primavera de 2020, la pandemia del coronavirus interrumpió la producción del encargo, a lo que se sumaron problemas de software posteriores que retrasaron sus entrega. Como consecuencia de todo ello, solo 376 de los 1.500 coches que fueron encargados entraran en producción, dejando infrautilizada su planta de Berlin-Pankow.
Este cúmulo de adversidades ha llevado a la compañía ha advertir de que no puede hacer previsiones financieras para los ejercicios 2025 y 2026. Una vez que el presupuesto de 2025 y los planes financieros de 2026 y 207 hayan sido revisados, Stadler comunicará su nueva hoja de ruta, según ha explicado la compañía.
A pesar de todo, desde Stadler aseguran que su cartera de pedidos está en máximos históricos, con 2.800 millones de euros, y que están tomando las medidas necesarias para cumplir con los pedidos. La compañía, como hizo durante la pandemia, está desarrollando un programa para ponerse al día con los retrasos causados por las inundaciones.