Feijóo reactiva el contacto con Junts para la moción de censura contra Sánchez
Aberto Núñez Feijóo amagó ayer con la moción de censura para desbancar a Pedro Sánchez del Gobierno tras las últimas revelaciones de Víctor de Aldama, figura central en el «caso Koldo». Aldama ha implicado a Sánchez y a ministros de su Gobierno y altos cargos del PSOE y eso, a juicio del PP, es un paso más que obliga al partido a «actuar» para tratar de abrir una nueva etapa. No obstante, eso solo será posible si logra atraer a algún socio del actual Gobierno y todas las miradas están puestas en Junts, un partido que siempre ha actuado bajo la premisa de que no forma parte de ningún bloque: es decir, ni del PP ni del PSOE.
En este sentido, según ha podido saber LA RAZÓN, el PP ha reactivado los contactos con Junts para tantear la disponibilidad del partido de Carles Puigdemont para dar apoyo a una moción de censura. En Génova creen que un «sí» de los posconvergentes atraería al PNV, que está mucho más alejado ya que sitúa como línea roja la colaboración de Vox en esa moción de censura. «Hay que dejar que las cosas sigan cociéndose», señalan en las filas populares, confiados en que, poco a poco, los socios del Gobierno y Junts, en particular, van a dar por amortizado a Sánchez.
Lo cierto es que los contactos entre PP y Junts no han cesado desde que empezó la legislatura, aunque a una escala «informal». En las filas populares son conscientes de que hay figuras en Junts con las que hay más capacidad de entendimiento, pero todavía mantienen un perfil bajo. De momento, Puigdemont mantiene el mando del partido de forma férrea y eso dificulta aún que llegue un escenario que permita pensar en el éxito de una moción de censura. No obstante, tampoco cabe olvidar que ha habido mucho entendimiento entre PP y Junts en materia económica y de seguridad tanto en el Congreso como en el Senado.
El PP tampoco puede olvidar a Vox, ya que el entorno de Santiago Abascal lleva tiempo avisando de que no hay abierto ningún canal de comunicación con ellos para negociar un hipotético apoyo y van a poner un precio a sus votos. De hecho, la portavoz Pepa Millán ya mostró ayer la incomodidad de colaborar en una moción en la que participen los independentistas.
«Estamos ante el caso Sánchez y ante este supuesto, toca actuar», señaló Feijóo ayer, rotundo, desde el Congreso. De forma pública, tanteó a todos los socios del Gobierno, buscando una reacción, aunque se antoja que solo sería viable atraer a Junts. «No tengo los votos para cambiar este Gobierno, pero si alguno de los socios quiere acabar con esto, estoy a disposición para abrir una nueva etapa en nuestro país», señaló Feijóo, sondeando a todos los socios de Sánchez. El líder del PP considera que estamos en una situación de «punto final». «El Gobierno apesta a mentiras y a corrupción, lo dicen las caras de los diputados socialistas», añadió el líder del PP, quien también asumió que los socios no desbancan a Sánchez porque están ante el presidente «más débil» y «más chantajeable» que ha tenido la democracia española y, por tanto, pueden obtener más rédito.
«Es todo sumamente escandaloso. No puede ocultarse en el miedo a la ultraderecha ni negarlo todo porque su palabra no vale nada», añadió Feijóo, quien recordó que José Luis Ábalos empezó diciendo que «todo es mentira» y ahora «está ya imputado en el Supremo». «Una persona con un mínimo de decencia debería de dimitir, marcharse y dejar en paz a los españoles. Lo dijo él mismo en su discurso de la moción de censura en este Congreso de los Diputados», afirmó Feijóo.
De esta manera, Feijóo obvió también las advertencias del PSOE de que iban a impulsar acciones judiciales contra el PP si hacían uso de las declaraciones del comisionista De Aldama ante el juez. Los socialistas, nerviosos por las revelaciones de una de las figuras centrales en el «caso Koldo», han optado por el uso de amenazas para frenar al PP.
De Aldama ha revelado el supuesto pago de comisiones a Santos Cerdán (15.000 euros) o sus contactos con Sánchez, Begoña Gómez y ministros.