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Begoña Gómez pide por primera vez diligencias a Peinado para tratar de demostrar que no se apropió del software

La defensa de Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno, ha pedido por primera vez al juez Juan Carlos Peinado, que la investiga por cuatro delitos, que realice una serie de diligencias en un intento de demostrar que no se apropió del software que se desarrolló en el seno de la Universidad Complutense de Madrid para la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva que allí dirigía.

En relación a la querella de Hazte Oír que con su admisión le valió la imputación de los ilícitos de intrusismo profesional y apropiación indebida de marcas, su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho, ha aportado al titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid una serie de correos electrónicos que demostrarían, según este, que si la mujer de Pedro Sánchez firmó el pliego de prescripciones técnicas para el desarrollo del programa informático, "fue porque la UCM así se lo indico expresamente".

Gómez reclama que se cite a declarar como testigo a la persona "que firma ambos correos" anteriormente referidos, que ocupa un puesto en la gerencia de la Escuela de Gobierno de este centro universitario público madrileño, María José Sánchez Rosales.

De igual forma, el letrado de la esposa del también líder socialista quiere y así lo solicita al instructor del "caso Begoña Gómez" que comparezca la interventora de la Complutense, María Elvira Gutiérrez-Vierna, con el objeto de que "ratifique lo que la semana pasada manifestó" ante la comisión de investigación parlamentaria de la Asamblea de Madrid.

Según alude en su escrito Gómez, la interventora defendió que la firma de los pliegos bajo sospecha de irregularidades se realizó de acuerdo con las normas de la UCM bajo el argumento de que "debe firmarlos el jefe de la unidad administrativa", que afirma Camacho que era la propia mujer de Sánchez "como directora de la cátedra".

Además, expone que "es un documento, entre otros que integran el expediente de contratación que fue luego iniciado y licitado por el servicio de contratación correspondiente del que no forma parte" Gómez y "que está integrado por personal especializado" en gestión de esta Universidad.

Que el expediente de contratación saliese adelante, con pliegos técnicos firmados por Begoña, para su defensa es una prueba de que se cumplieron "todos los requisitos normativos y sujetándose al procedimiento" que fija la Ley de Contratos del Sector Público.

En torno al registro del dominio web de la cátedra y los másters, la mujer del inquilino de Moncloa alega, como mostrarían otros correos que aporta, la propia Complutense "ha puesto de manifiesto" que nunca fue inscrito en el Registro de Propiedad Intelectual y que fue realizado siguiendo las instrucciones del propio centro universitario.

Como parte de su movimiento para demostrar esta versión, interesa que se tome declaración a María Jesús Morillo y Mercedes Vaquero, miembros de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación, que habrían señalado a Gómez -tal y como ella misma apunta en el escrito- "como debía registrar el dominio".

En el seno de los dos másters que codirigía en la UCM, sostiene también en el escrito, "existen otros" posgrados en los que sus directores, como Gómez, inscribieron el dominio del máster en su nombre. Pone como ejemplo para defenderse que ocurriría el de Formación Permanente en Sostenibilidad ESG, en su modalidad semipresencial, en el cual su codirectora Zulma Escalante tiene -como acusa la esposa de Sánchez- "inscrito el dominio del citado master a su nombre siendo, también en este caso, personal ajeno a la Universidad".

Pide que, por ello, le sea practicada por el juez Peinado una testifical a fin de que "explique las condiciones en las que inscribió el citado dominio y si fue a instancias de la propia" UCM. Se aporta al Juzgado que la investiga, como refuerzo a esta versión, la certificación de Red.es que acreditaría este extremo.

Por último, en lo relativo a la apropiación indebida que se le imputa por el software, defiende que la idea del nombre (Transformación Social Competitiva) fue ideado por ella y que así lo planteó ella a la Universidad para dar título al máster.

Exigen para demostrarlo al instructor del procedimiento contra ella la citación de Carmen Mitxelena, directora de la Escuela de Gobierno de este centro universitario, con el objeto de que lo ratifique ya que estuvo en el origen de estos estudios.

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