Page pide al PSOE no ir de "víctima" y hacer "autocrítica"
Emiliano García-Page ha puesto el punto discordante respecto al discurso oficial que la dirección del PSOE ha desplegado en la primera jornada del 41º Congreso Federal del PSOE. Si esta mañana, el secretario de Organización, Santos Cerdán, salía a la defensiva arengando a las huestes socialistas contra la "cacería humana" que está sufriendo Pedro Sánchez desde la política, pero también desde "las sedes judiciales", el presidente de Castilla-La Mancha ha alertado sobre el peligro que supone que un "partido de gobierno" y que está gobernando enarbole la bandera de la ofensiva judicial.
Aunque Page ha considerado "legítimo" que se pueda pensar eso de puertas para dentro, ha pedido a su partido que no ponga "en cuestión el sistema institucional y constitucional". "Es preferible no ocupar el papel de víctima. El victimismo es el último recurso de cualquier proyecto político", ha dicho, para apuntar inmediatamente que solo tiene lógica si antes "va precedido de una dosis enorme de autocrítica". "Los españoles verían bien que en algún momento el PSOE pudiera decir hacia afuera que en algunas cosas nos podemos equivocar. Es humano y daría credibilidad a las acusaciones infundadas que nos están haciendo".
El presidente se ha manifestado en estos términos después de participar en una comida con Pedro Sánchez y el resto de barones territoriales. Un "picoteo" informal con buen tono, en el que no han tratado ni los miembros de la Ejecutiva ni ningún tema trascendental. Sobre el gran tema que planea en la convención, la filtración de los correos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso a Juan Lobato que han acabado desencadenando su dimisión, Page ha mostrado su esperanza de que "todo quede esclarecido", sobre el papel de Moncloa, apostillando que espera que "no haya nada de lo que sentir vergüenza".
"Por supuesto, no le deseo nada mal ni siquiera a la oposición en términos judiciales, cuanto menos a mi partido", ha apostillado Emiliano García-Page. En cualquier caso, Page ha insistido en defender la "capacidad política" de Juan Lobato "más allá de la circunstancias", lamentando que la política nacional "es una máquina de picar carne". "Estamos destrozando capital político a pasos agigantados", se ha quejado el presidente castellano-manchego. Por último, Page ha defendido que sí que le gustaría ver a Lobato como líder del PSOE de Madrid después de su dimisión, aunque ha dicho que "eso depende de él": "Yo no me meto en ninguna otra federación, como tampoco quiero que se metan en la mía".