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Yarivith González, investigadora: «Sabemos para qué se usa un producto, pero no qué pasa luego con él»

Licenciada en Química, esta investigadora ha centrado su labor en el desarrollo de métodos y procesos sostenibles para el reciclado, con el objetivo de reducir el impacto ambiental al final del ciclo de vida de las baterías de ion litio (fundamentalmente de teléfonos móviles). Es autora de una patente y de varias publicaciones científicas en revistas de difusión internacional. Compagina su labor en el laboratorio con tareas de divulgación y es miembro activo de varias ONG que desarrollan trabajos sociales medioambientales en Latinoamérica y el Caribe.

¿Cómo empezó su trayectoria en el mundo de las ciencias y por qué se decidió por la Química?

Desde pequeña siempre me habían gustado los temas relacionados con la ciencia, porque mi abuela trabajaba en los liceos, ella era personal de limpieza, al igual que mi madre. Cuando era pequeña me invitaba a ir con ella, y yo era muy curiosa, porque quería saber dónde trabajaba mi abuela. Nos paseábamos por los salones, por los laboratorios, y surgió esa inquietud, se despertó ahí, cuando veía los laboratorios con aquellas dibujos, aquellas batas... Eso siguió, y cuando estaba en secundaria recuerdo que una profesora de Química nos explicó con un ejemplo muy claro de la vida cotidiana dónde podríamos encontrar los compuestos químicos, y fue cuando dije: esto es lo que yo quiero ser, científica: quiero estudiar Química.

¿Qué ha supuesto que le concedieran el premio Princesa de Girona Internacional?

Para mí es algo muy grande, realmente es algo que te cambia la vida, es la respuesta a muchas preguntas y dudas que a veces como científico surgen, piensas si te vas a dedicar a la ciencia toda la vida, si vas a poder vivir de ella, porque muchas veces, al ser inmigrante y mujer no todo se te hace fácil, siempre vas a encontrar muchas dificultades, pero el hecho de haber recibido este premio fue la respuesta a esa duda y reforzó lo que ya sabía, que este es el camino.

¿Qué fenómenos cree que son los más acuciantes en estos momentos en relación con el medio ambiente?

Desde mi perspectiva creo que lo primero es la gestión adecuada de todos los residuos sólidos, porque somos una sociedad de consumo, y solo conocemos cuál es el uso del producto, pero no sabemos con profundidad qué es lo que va a pasar después de que yo uso ese producto, cualquiera, puede ser cartón, un residuo electrónico, que es lo que yo trabajo, o vidrio... Eso es lo más preocupante, y además es un trabajo que tiene que ser multidisciplinario entre todos los sectores: el sector empresarial, el sector público, la sociedad civil y evidentemente la parte científica. El conocimiento sale de la ciencia, de los espacios formales, pero los espacios no formales también es necesario escucharlos y ver en ese contexto, cómo está esa realidad y buscar soluciones permanentes en el tiempo.

Sus estudios actuales se centran en el reciclaje de baterías de litio para volver a ser reutilizadas, ¿qué opina de que todavía sigamos dependiendo de materiales no renovables?, ¿cree que esto va a cambiar algún día?

Sí, evidentemente para eso se están haciendo este tipo de investigaciones, y no solamente lo estoy haciendo yo con el equipo al que pertenezco en Argentina, sino que ya hay muchos grupos alrededor del mundo que se están encargando de ello, digamos un recurso que previamente fue extraído de un recurso natural no renovable para ponerlo a disposición de las cadenas de producción. Esto es lo que llamamos la economía circular, extraer un metal de una fuente secundaria, que en este caso serían las baterías de coches eléctricos o teléfonos móviles, en mi caso sobre todo esto último. Para llegar a eso se necesita un proceso de transición, una infraestructura, también un trabajo multidisciplinario. Ese cambio paradigmático se puede hacer paulatino y perdurar en el tiempo.

¿De las energías limpias que hay ahora mismo cuál le gusta más o por cuál cree que se debería apostar ?

Yo creo que la energía solar y la eólica son alternativas realmente favorables. Aunque no son mi campo de estudio, desde un punto de vista medioambiental el viento lo tenemos a disposición, y poder capturar la energía solar a través de los paneles solares, es lo que realmente puede llegar a ser algo alternativo, por eso me decanto por estas dos líneas.

Ha trabajado en centros americanos y también europeos, qué aspectos destacaría eso, ¿qué diferencias aprecia?

Hay bastantes diferencias, claro que sí. He tenido la oportunidad de formarme en América Latina, y también he conocido algunos centros europeos. Tenemos muchas cosas en común, pero a su vez tenemos muchísimas cosas que nos diferencian, y eso es lo que nos complementa. En cuanto a la forma de trabajar, tal vez hay tecnologías que nosotros usamos allí y aquí no, y aquí hay tecnologías que se usan pero allí no. No obstante, cuando complementamos en el saber eso es lo que más me ha llamado la atención, y lo que me ha cautivado, o sea, el hecho de hacer cosas distintas con materiales localmente disponibles, se pueden hacer muchísimas cosas en común.

¿Cree que todavía sigue existiendo discriminación en la ciencia por razón de género?

De acuerdo a mi experiencia cada día esa brecha de género queda un poco más cerrada, debido a que las mujeres estamos presentes ahora en espacios que a lo largo de la historia habían sido sumamente cerrados y muy duros, y hoy en día son cada vez más las mujeres que se empoderan en estos espacios. Un ejemplo es lo que ha pasado conmigo. Y otras mujeres han sido premiadas por su trabajo en áreas muy duras, como la ciencia, la empresa, el emprendimiento... y eso es un mensaje que ya se está gestando, cada día es más orgánico. Las niñas cuando están buscando qué hacer ya lo traen incorporado. Es decir, que lo más difícil creo que ya se hizo, que era el empoderamiento de la mujer, la visión hacia la ciencia,y ahora lo que nosotras debemos seguir haciendo es mantenernos sobre la base de la excelencia para seguir conquistando otros espacios.

Compagina su trabajo con tareas de divulgación, ¿cree que hoy en día la ciencia interesa a los más jóvenes?

Cada vez creo que captamos más jóvenes interesados en estudiar ciencia, pero una ciencia con un propósito medioambiental, y te digo esto porque hace poco tuve una charla con un estudiante y le pregunté qué iba a pasar cuando terminara. Me dijo que necesitaba seguir especializándose en temas ambientales para aplicarlos a la ciencia, a la tecnología. Es decir, el joven ha crecido con el lenguaje del desarrollo sostenible incorporado en su día a día. En cambio las generaciones pasadas, hace 50 años atrás, no. Ellos tuvieron que estudiar para entender cuál era el mensaje, qué era el desarrollo sostenible, qué eran las tres erres del reciclaje, o sea todos estos conceptos que fueron emergiendo conforme a la necesidad. Hoy en día ya están en la sociedad, y ver la ciencia desde un punto de vista medioambiental es lo que ha capturado muchísimo más la atención de nuevos jóvenes.

He leído también que colabora con ONG, ¿qué es lo que hace en este campo?

Toda la vida he sido activista ambiental, y en colaboración con diferentes organizaciones no gubernamentales en Venezuela y en otros lugares de Latinoamérica he realizado un trabajo de ciencia y divulgación para llevarlo a las escuelas y también para concienciar a través de ejemplos prácticos, como la clasificación de diferentes residuos, por ejemplo, el plástico, que es lo que más daño ha causado. Hace 7 u 8 años atrás se hicieron diferentes campañas en centros educativos, y de esa manera poco a poco nos hemos ido involucrando. También he estado en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas a través de la facilitación regional, para contribuir a la materialización de un tratado internacional jurídicamente vinculante para que los países sean responsables de la gestión del plástico.

¿Hasta dónde le gustaría llegar, cómo ve el futuro?

No estoy en mi zona de confort, nunca lo he estado. Quiero seguir, me llama mucho la atención dar respuesta a mis propias preguntas respecto a situaciones problemáticas que pueden existir, cómo buscar una solución. Voy a seguir por esa línea, mi plan es continuar perfeccionándome en esta área. Ahora tengo la mente puesta en la otra pata del reciclado, que es básicamente reaprovechar los materiales para hacer otro tipo de tecnología. Quiero seguir haciendo mi postdoctorado, no sé si me da la vida para hacer otro doctorado. Como siempre digo me encanta estudiar, y si pudiese hacer otro doctorado, te juro que lo haría porque me apasiona. Lo que me mueve es la investigación y el trabajo científico ambiental.

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