Las siete claves del recrudecimiento de la guerra en Siria
1. ¿Por qué vuelve a estallar el conflicto?
A finales de noviembre, las fuerzas rebeldes lideradas por el grupo yihadista Hayat Tahrir-al Sham (HTS) tomaron en pocas horas gran parte de la segunda ciudad más grande de Siria, Alepo.
Según el experto en Oriente Medio Alexander Atarodi, se trata de que el grupo terrorista HTS quiere recuperar los territorios que perdió en 2016 y que el régimen del Bachar al Asad controla desde entonces.
Según Atarodi, los últimos acontecimientos en Siria pueden verse como una consecuencia directa de la difícil situación en Oriente Medio. Con las guerras en Gaza y Líbano, ha surgido un nuevo panorama político en la región, donde Irán, Hibulá y Hamas han quedado debilitados. Al mismo tiempo, Rusia, aliada del régimen, se centra actualmente en la guerra en Ucrania. "Esto es lo que hace que los rebeldes en Siria vean una oportunidad de avanzar en sus posiciones", explica Atarodi.
2. ¿Quién es Hayat Tahrir al-Sham?
El grupo yihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) es una rama escindida de Al Qaeda, que, entre otras cosas, ha sido calificado de terrorista por Estados Unidos y Naciones Unidas. Anteriormente se llamaba Jabhat al-Nusra.
El grupo también está catalogado como terrorista por Turquía, pero el Gobierno turco todavía tiene buenas conexiones con el HTS, según el analista de Oriente Medio Aron Lund.
3. ¿Cómo empezó la guerra civil en Siria?
Durante la llamada Primavera Árabe de 2011, activistas a favor de la democracia lanzaron un levantamiento contra la familia Asad, que ha gobernado Siria con mano de hierro desde 1970, después de una larga insatisfacción con la corrupción, la opresión y la pobreza en el país.
Los manifestantes exigieron la dimisión del presidente Bashar al Asad, pero las protestas fueron reprimidas con brutal violencia por el régimen. Condujo a una escalada del conflicto y a un aumento de las contradicciones dentro del país.
Las protestas y la violencia continuaron aumentando. Durante la primavera y el verano de 2011, miles de personas murieron y resultaron heridas, la mayoría de ellas pertenecientes a la oposición. Al mismo tiempo, se formaron varios grupos rebeldes armados. Uno de ellos era el Ejército Libre de Siria (ELS), que estaba formado por desertores del ejército del país, voluntarios de la población local, mercenarios extranjeros y otros opositores al régimen.
A finales de año, los combates entre el régimen y los grupos rebeldes sirios se habían convertido en una guerra civil en gran parte del país.
4. ¿Quiénes son las partes en el conflicto?
Por un lado, está el régimen sirio liderado por el presidente Asad, aliado con grupos de milicias chiíes, incluido Hizbulá en Líbano. El presidente cuenta con el apoyo de Irán, que junto con el Gobierno iraquí y Hezbolá ha proporcionado al régimen dinero, armas y asistencia militar.
Asad ha permanecido en el poder en gran medida gracias a Rusia, aliada de Siria desde la era soviética. Entre otras cosas, el país ha mantenido los envíos de armas al régimen y en 2015 inició bombardeos aéreos en Siria. Rusia también ha vetado repetidamente el Consejo de Seguridad de la ONU y bloqueado resoluciones sobre altos el fuego y sanciones.
Del otro lado, están los opositores armados al régimen, que incluyen varios grupos rebeldes musulmanes suníes, apoyados por Turquía, así como grupos kurdos que buscan autonomía. Los grupos rebeldes musulmanes suníes han recibido ayuda con dinero y armas de Arabia Saudita, entre otros.
Estados Unidos y algunos países de la OTAN, como Reino Unido y Francia, también han brindado ayuda militar y han tratado de movilizar apoyo para grupos rebeldes seculares.
5. ¿Cómo ha escalado el conflicto desde el estallido de la guerra?
Ya en 2012, el levantamiento popular fue "secuestrado" por grupos rebeldes islamistas. En julio del mismo año, la violencia se intensificó cuando grupos rebeldes, apoyados, entre otros, por Turquía, capturaron gran parte de la gran ciudad de Alepo.
En 2014, el juego cambió cuando la organización terrorista musulmana suní Estado Islámico (EI) aprovechó el caos de la guerra para declarar un califato en partes del este de Siria y el oeste de Irak. En las batallas contra el EI, los grupos de milicias de zonas kurdas de Siria desempeñaron un papel decisivo y recibieron el apoyo de Estados Unidos.
En septiembre de 2015, Rusia lanzó ataques aéreos dentro de Siria, que oficialmente estaban dirigidos contra el EI, pero que en la práctica se convirtieron en apoyo a Assad, que ha comenzado a perder terreno.
Durante los indiscriminados bombardeos aéreos rusos, gran parte de Alepo, que antes del estallido de la guerra era la ciudad más grande de Siria, quedó en ruinas. En 2016, las fuerzas gubernamentales recuperaron el control de la ciudad, lo que marcó un claro punto de inflexión en la guerra.
Durante 2018 y 2019, Siria estuvo dividida entre diferentes grupos en guerra. Luego, el régimen sirio comenzó gradualmente a recuperar el terreno perdido y a restablecer su dominio en zonas cada vez más extensas del país.
Sin embargo, el régimen de Asad tiene un control limitado sobre el territorio de Siria, ya que las fuerzas kurdas mantienen autonomía en el noreste y otro grupo de fuerzas rebeldes controlan áreas en el norte y noroeste, en gran medida con el apoyo de Turquía.
6. ¿Cuántos han sido asesinados u obligados a huir?
La guerra en Siria ha tenido consecuencias humanitarias devastadoras. Los datos sobre el número de muertos varían y las cifras exactas son difíciles de determinar, pero, según las estimaciones, podrían rondar el medio millón de personas.
Además, más de la mitad de la población del país se ha visto obligada a huir. Según la agencia de la ONU para los refugiados, ACNUR, 12 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y más de 7 millones de ellas están desplazadas internamente.
Durante la guerra se han utilizado armas prohibidas por el derecho internacional -incluidos agentes de guerra química- y se han dirigido ataques indiscriminados contra civiles.
7. ¿Cómo han sido los intentos de alcanzar la paz?
Desde el comienzo de la guerra, la ONU tuvo un enviado especial que intentó impulsar negociaciones de paz. Pero a pesar de varias negociaciones, incluso en Ginebra, los intentos de alcanzar una solución duradera al conflicto han sido hasta ahora infructuosos y las conversaciones de paz que han tenido lugar se han quedado en el suelo.
En el seno de la ONU se ha intentado llegar a un acuerdo sobre un plan de paz, con el objetivo de crear un Gobierno de transición con la participación tanto del régimen como de la oposición, pero los repetidos vetos de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU han ralentizado el proceso.
Además, Irán, Rusia y Turquía se reunieron con los rebeldes y el Gobierno de Kazajistán en 2017. En aquel momento se decidió establecer cuatro "zonas de desescalada", pero el régimen se fue apoderando de estas zonas una por una.