El Real Madrid agradece la racha de Bellingham y sufre la de las lesiones
En sus primeros cuatro partidos con el Real Madrid Bellingham marcó cinco goles. Los mismos que lleva esta temporada después de jugar dieciocho partidos. Ha necesitado mucho más tiempo el inglés este curso para ser decisivo, pero ya ha recuperado la memoria y su equipo lo agradece. Ha marcado en las últimas cinco jornadas de Liga, como el futbolista que recién llegado a Chamartín explotó una versión goleadora que ni él mismo sabía que tenía. Ancelotti insistía que no es sólo gol lo que tiene el ex del Dortmund, o incluso que es lo de menos, que sus virtudes son muchas y otras. Lo demostró ayer en Montilivi, abriendo el marcador con uno de esos goles de llegador al área, y después le dio un balón delicioso a Güler para que hiciese el segundo. Gol y asistencia, en una exhibición que se acabó antes de tiempo y con susto, porque pidió el cambio con unas molestias en la ingle izquierda. No se le veía asustado del todo, pero prefirió parar, porque en estos tiempos, al Madrid siempre se le lesiona en mejor jugador de cada partido. Cambio los nombres y el sistema Ancelotti para acercar a Jude al área contraria, como el curso pasado, y vuelve a ser feliz el inglés, que tiene que correr menos para ser importante. De mediapunta, presiona mucho haciendo menos kilómetros y nunca regatea una gota de sudor sin balón, como demostró cuando acaparaba la pelota el Girona y él se sentía solo presionando.
Se enfadaba, porque es de los que se revela cuando las cosas no salen y agarró de la pechera a Güler en la celebración del segundo tanto, en plan líder, gritándole al turco que tiene que creerse lo bueno que es. Bellingham también es joven, pero juega como un futbolista maduro y por eso le hizo ese gesto a Arda, que reventó la pelota al cielo al sacarla de la portería, harto de no mostrar toda su calidad.
Otro lesionado
El día empezó para el Madrid con la baja de Rodrygo, que se cayó de la convocatoria justo antes de subirse al avión. Bellingham tuvo que retirarse antes de tiempo con molestias y poco después fue Ferland Mendy el que se sentó en el suelo y pidió ser sustituido para irse al banquillo y colocarse una aparatosa bolsa de hielo. Endrick se llevó un golpe con el portero y acabó mareado. Ancelotti aseguró que Bellingham está bien, confirmó la lesión de Mendy y se supone que recupera a Vinicius y Rodrygo para Bérgamo, pero cada día se encuentra con un problema en una plantilla a la que le quedan cuatro partidos este mes y podría tener hasta nueve en enero.