«El Colegio de Médicos no sirve para nada»
Para todos aquellos que hacen un uso malintencionado de la frase «el Colegio no sirve para nada», me gustaría compartir mi reflexión sobre mi experiencia como médico que, durante cuatro años, acompañó a un grupo muy heterogéneo con el fin de posicionar a los médicos en la toma de decisiones sobre aspectos socio-sanitarios en plena pandemia.
Tras vivir la primera ola de la pandemia en primera línea en un servicio de urgencias de un hospital de tercer nivel, fui consciente de la necesidad de tener en cuenta la opinión de los médicos, que siempre debe estar fundamentada en argumentos técnicos y científicos. Había sufrido situaciones de crisis, pero ninguna de tal magnitud. El compromiso de los sanitarios y el apoyo y la confianza de la sociedad en ellos fueron fundamentales para poder hacer frente a esta catástrofe. En ese momento de crisis existencial, el Dr. Manuel Martínez-Selles me llamó para formar parte de una candidatura al Colegio. Leí los estatutos y, por primera vez, me di cuenta del valor del Colegio: somos la única organización capaz de aunar a los más de 50.000 médicos madrileños y de ser el canal de comunicación con la administración en los temas relacionados con la profesión. Yo era, en ese momento, un médico con un buen currículo académico, comprometido con la temporalidad de los médicos de urgencias de Madrid y con la especialidad de los urgenciólogos españoles. Pero, sobre todo, no podía ser testigo de que la opinión médica no fuera clave en las decisiones políticas en plena pandemia. Le llamé y acepté. Cuando tomé posesión del cargo, mis dos principales objetivos eran situar al médico en el lugar que le corresponde y, por ende, asegurar el mejor entorno para ejercer su profesión. Lo que no sabía es que esa fuerza del Colegio se deseaba para otros intereses particulares que no beneficiaban a todos los médicos.
La frase «el Colegio no sirve para nada» es la consecuencia del uso particular del colegio por parte de unos pocos con objetivos políticos, sindicales o mercantiles. Ahí tuve que cambiar mis prioridades: un Colegio útil pasaba por independizarse y convencer a los médicos de que, unidos solo por su condición de médicos, sin barreras como la especialidad, la afiliación sindical o la ideología, era fundamental para establecer las bases de un Colegio fuerte y unido. Sabía que no lograríamos el cambio, pero sí podríamos ser el punto de partida.
Los primeros pasos fueron luchar por la independencia del Colegio y abrirlo a los médicos. Se animó a los médicos que anteponen la profesión a cualquier otro interés (Primero Médicos) a que se comprometieran para ejercer el control del gobierno como compromisarios, se incorporaran a los comités científicos y grupos de trabajo de las vocalías y participaran activamente en las mesas de atención primaria y hospitalaria. Con el fin de que las sociedades científico-médicas, asociaciones de pacientes, facultades de medicina y otros colegios profesionales tuvieran un espacio para compartir y difundir sus conocimientos y experiencias, se creó el plan Punto de Encuentro. Además, se constituyó el Comité Permanente de Asistencia Sanitaria (Compas), integrado por miembros del Comité Científico del Profesionalismo del Icomem y representantes de las principales asociaciones médicas, para mejorar la situación de la profesión en la postpandemia en los distintos ámbitos de la medicina. Por otro lado, nos tocó litigar en los tribunales la defensa de los intereses del Colegio y crear mecanismos de control y transparencia. Hoy, podemos decir que somos verdaderamente un Colegio independiente. Y no sólo eso, se ha realizado un cambio de estatutos para fomentar la participación en las elecciones, una de las grandes lacras colegiales, facilitando el voto presencial en hospitales públicos y privados e introduciendo el voto telemático.
Cuatro años después, al hacer balance de nuestra gestión, podría resumirla en que hemos tenido aciertos y errores, pero sí hemos conseguido mi objetivo principal: ser la chispa del cambio. Sin entrar en grandes detalles sobre la gestión colegial (la bajada de cuotas, la campaña de vacunación y el homenaje a los médicos fallecidos en la pandemia, la reforma integral de espacios y sedes, la creación de comités científicos, la potenciación de la formación telemática, la digitalización de procedimientos administrativos, las recetas electrónicas, los convenios para mejorar la situación de los médicos jubilados, la creación de las mesas de la privada y de urgencias y emergencias, el proyecto del Museo Español de la Medicina o la creación del club social) o en números (8 comités científicos, 29 sociedades científico-médicas, 10 facultades de medicina, 18.000 médicos que han utilizado la formación el último año) los médicos hablan de su Colegio. A pesar de las críticas interesadas, hemos tenido un papel «no visible ni reconocido» en la defensa de los médicos en las crisis de atención primaria y hospitalaria, la temporalidad, la reestructuración de las urgencias extrahospitalarias, la cotización de las guardias médicas, la adjudicación de plazas en los procesos de consolidación y estabilización, etc. Muchos médicos que hace cuatro años no se preocupaban por nada salen de sus despachos, consultas o ambulancias para querer tener un papel decisivo en las futuras tomas de decisiones porque cada vez más saben que «el Colegio sirve para mucho».
Hoy, los médicos tenemos una gran responsabilidad: dejar nuestro colegio en manos de los médicos. Mi gran sueño era haber conseguido diseñar una única junta federada transversal que aunara a todas aquellas asociaciones que llevan años luchando por los derechos profesionales de los médicos madrileños. Casi lo conseguimos, solo falta Médicos No Fijos (hoy Médicos como Tú). Mi sueño era lograr una transición interna en la que TODOS aportáramos lo mejor de nosotros y en la que aquellos que deseasen el Colegio para sus intereses particulares quedaran fuera para siempre. Yo he apostado por Primero Médicos porque es la única candidatura federada que cuenta con una vasta experiencia en gestión colegial y con 250 compromisarios que representan la diversidad de la profesión médica.
Me gustaría que todo el esfuerzo y dedicación de estos cuatro años no quedara en saco roto. Si me lo permitís, el próximo día 17 de diciembre, solo os pido que votéis, porque «el Colegio sirve para mucho».
Dr. F. Javier Martín Sánchez es Doctor en Medicina. Especialista en Geriatría. Certificado en Medicina de Urgencias y Emergencias. Acreditado para Profesor Titular por la Aneca. Candidato a Secretaría General del Icomem #PrimeroMédicos #VotaMMSellés