Los familiares se abalanzan sobre David durante la última jornada del juicio por el doble crimen de Paloma e India
La tensión que se vivía en la sala desde el primer día ha explotado en la última jornada de l juicio que desde el miércoles se sigue en la Audiencia de Valladolid contra David Maroto como presunto autor de la muerte a cuchilladas de quien era su pareja, Paloma, y su hija, la pequeña, India, de 8 años, en la madrugada del 23 de enero de 2023. Ha sido cuando arrancaba la testificación de las dos médicos forenses que realizaron las autopsias a las víctimas. Con los familiares en la sala rotos en lágrimas, en el momento en el que han detallado la primera cuchillada a la pequeña, incisa en la cabeza, la madre y abuela, Carmen, no podía contener el llanto. El juez pedía que ella y las hermanas de Paloma, Patricia y María, salieran. Gritos de «asesino», «satanás», «hijo de puta», «asesino de niñas»... En ese momento, han saltado contra David el padre biológico de India, un exnovio de Paloma y otro varón, tío de la pequeña, que han arremetido contra el presunto asesino, a quien han llegado a golpear en un jaleo de sillas, gritos y la intervención entre los abogados de la Guardia Civil y la Policía Nacional presente en la sala. De vuelta a la sala del único acusado por el doble crimen, éste se echaba la mano a la cabeza al parecer por algún golpe recibido durante la refriega, que ha obligado al juez a desalojar la sala y hacer un receso. «Santanás», «Te voy a matar», «un cuchillo en la cabeza a una niña».. . Se seguía escuchando al fondo de la sala mientras los agentes intervenían para sacar a David de la sala y contener a los familiares, a quienes han sacado retenidos con los grilletes. Ya momentos antes la situación se iba calentando, pues los policías expertos en identificación de huellas dactilares han mostrado cómo empuñó David el cuchillo para apuñalar a Paloma. Un arma de grandes dimensiones que estaba todavía, al igual que los otros dos que empleó esa noche -para acometer contra la pequeña y hacerse unas heridas él mismo en un presunto intento autolítico- y que alguien se ha encargado de poner rápido a cubierto.