El lujo de dormir en pleno Pirineo aragonés
Escenario de película. Montañas que se funden con las nubes, aguas cristalinas y miles y miles de árboles con colores policromáticos envuelven la estación de Canfranc. En el corazón del Pirineo Aragonés, en Huesca, se encuentra este edificio desde el 18 de julio de 1928, día en el que se inauguró la estación ferroviaria y en el que se creó un paso transfronterizo que conectaría finalmente España con Francia.
Desde los años 50 hasta los 70 Canfranc vivió su «época dorada», ya que este espacio abrió nuevas posibilidades de movilidad para pasajeros y mercancías entre ambos países. Un hotel internacional, aduanas, correos, comisarías de policías –tanto franceses como españoles– o incluso habitaciones de los propios trabajadores fueron tan solo algunos de los muchos servicios que albergaba este edificio de 241 metros de largo y 12 de ancho.
Sus años de esplendor quedarían pronto en el olvido. Guerra Civil, espionaje, incendios e inundaciones. Todo esto pasó por la estación, lo que llevó inevitablemente a su abandono durante décadas y decadencia. Sin embargo, desde el Grupo Barceló quisieron darle una segunda vida a este colosal edificio y devolverle su esencia, abriendo las puertas de Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel.
Este hotel de cinco estrellas Gran Lujo empezó a recibir huéspedes el 27 de enero de 2023, los cuáles, nada más cruzar la entrada, se toparon de frente con el antiguo vestíbulo de la estación, que alberga, a día de hoy, la recepción. El estilo de este espacio, así como el del resto del hotel, recuerda al que tenían las antiguas estaciones francesas y lujosos trenes de largo recorrido decimonónicos.
En este singular alojamiento hay un total de 104 habitaciones que cuentan con todo lujo de detalles. La habitación «Deluxe» se puede reservar desde 181 euros la noche, siendo la opción más económica, pero que cuenta con todas las comodidades de un hotel de cinco estrellas. La alternativa cuyo precio resulta más elevado es la habitación para cuatro personas «Deluxe Familiar», ya que asciende a 378 euros la noche.
A estas habitaciones se le suman otra serie de servicios e instalaciones como el espacio «wellness». En este, los clientes podrán disfrutar de un gimnasio con equipamiento de última generación, de una piscina climatizada e incluso podrán descargar tensión con la amplia gama de masajes terapéuticos para «reparar cuerpo, alma y mente», tal y como explican desde Grupo Barceló. Los huéspedes no solo encontrarán diversión en el interior del hotel, sino que también podrán realizar diferentes actividades como la ruta de los búnkeres en el Pirineo aragonés o esquiar en la estación de Candanchú.
Viaje por la gastronomía aragonesa
Este alojamiento es también el lugar en el que descubrir la alta cocina aragonesa. La oferta gastronómica del Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel, incluye tres restaurantes, un snack bar y una coctelería de autor en el interior de una biblioteca que apuesta por el kilómetro cero.
La joya de la corona es Canfranc Express, un restaurante gastronómico con una estrella Michelin que está alojado en un antiguo vagón francés de 1927. Este está liderado por el chef Eduardo Salanova, originario de Canfranc, y la directora de sala Ana Acín. Ambos invitan a los comensales a un viaje gastronómico por la cocina de Aragón, mezclando técnicas de vanguardia con recetas tradicionales para «recuperar el legado culinario aragonés y despertar la emoción a través de sabores, texturas y productos típicos de la región», aseveran desde el grupo turístico.
El restaurante 1928 ha sido la última incorporación del hotel. Este también se encuentra ubicado en un vagón antiguo rehabilitado y su estética se asemeja a la de los vagones restaurantes que atravesaban Europa en los años 20. El restaurante ofrece una cocina francesa con notas aragonesas y rinde homenaje al banquete de gala que se ofreció en el evento de inauguración de la estación ferroviaria que unió España y Francia en 1928. La carta consta de dos menús degustación: «Urdos-Canfranc» y «Le grand voyage». El primero –con un precio de 85 euros– está inspirado en la conexión entre Urdos y Canfranc por el ferrocarril, los pueblos más cercanos de cada país. Este menú ofrece platos como foie de pato a la pôele o solomillo rossini de vaca madurada, entre otros. «Le grand voyage» tiene un coste de 125 euros y el motivo de su nombre es el menú que se sirvió en la fecha de inauguración de la Estación con la visita del Rey Alfonso XIII y el presidente Monsieur Gastón Doumerge.
Dentro de Canfranc Estación, a Royal Hideaway Hotel, está el restaurante El Internacional, ubicado en la planta baja con el mismo nombre del antiguo hotel. Este apuesta por una alimentación de calidad y con productos frescos y de proximidad como el queso azul de búnker de la quesería O Xortical. Este ha conseguido la medalla de oro en los World Cheese Awards 2024 y fue ganador al mejor queso azul de España en 2022.
Con todo ello, este hotel de cinco estrellas Gran Lujo enamora a sus huéspedes y se convierte en todo un «referente de diseño, gastronomía y experiencias únicas».