Condenan a una mujer marroquí por mantener relaciones sexuales telefónicas al margen del matrimonio
Un tribunal marroquí ha condenado a una mujer a cinco meses de prisión y al pago de 30.000 euros a su marido por mantener sexo de tipo pornográfico a través del teléfono con otros hombres y hacerlo en presencia de sus dos hijos menores. El juicio tuvo lugar, según medios marroquíes, en el Tribunal de Primera Instancia de Berkane. Fue condenada por un delito menor de infidelidad conyugal a través de las redes sociales y violación del pudor público. El marido había presentado una denuncia ante la fiscalía de Berkane; solicitaba que su esposa fuera procesada por infidelidad conyugal y que la condenaran de conformidad con la ley.
Aseguró que la había sorprendido a su esposa mientras hablaba con extraños, de países del Golgo, mientras mostraba su cuerpo desnudo. Había notado un cambio en su comportamiento, como usar ropa transparente y semidesnuda y aplicarse cosméticos a diario, algo a lo que no estaba acostumbrada, lo que llamó su atención y comenzó a monitorearla. Según la denuncia, el marido notó que su esposa hablaba a escondidas por teléfono, y cuando le preguntó le dijo que era con miembros de su familia. No se lo creyó e intensificó el seguimiento de su teléfono móvil para descubrir sus llamadas a extraños de los países del Golfo, además de grabaciones de audio y texto centradas en el sexo y el amor, lo que fortaleció sus sospechas de que ella lo engañaba.
El marido confirmó que un día, al regresar a casa, se sorprendió al ver a su esposa, casi desnuda, colocando su teléfono móvil sobre una almohada frente a su vagina, mientras ella estaba desnuda y con las piernas abiertas filmaba en audio y vídeo con otra persona. Al verse descubierta, abandonó el hogar conyugal y acuso al maridode violencia.
El marido reforzó sus acusaciones contra su esposa con un CD que adjuntó a la denuncia, que incluía cinco vídeos que grabó con su teléfono móvil en los que se veía a su mujer mientras realizaba “actos indecentes” delante de sus hijos. La esposa negó la veracidad de las acusaciones, dijo que su marido quería vengarse de ella porque quería divorciarse de él, después de que dejara de mantener relaciones sexuales con ella tener relaciones sexuales con ella porque se había convertido en homosexual; que era él el que la obligaba a mantener las relaciones telefónicas.
El tribunal consideró que lo que se estableció a través de las grabaciones, que la imputada admitió como propias, acreditaban conversaciones sexuales con la otra parte utilizando frases provocativas, desnudos frente a las cámaras, citas, conversaciones electrónicas apasionantes y sexo virtual de una manera clara que no deja lugar a dudas. El tribunal no quedó convencido de las acusaciones de la esposa contra su marido: “La afirmación de la acusada de que estaba bajo amenaza queda refutada por el hecho de que no aparecen signos de confusión en ella en los videoclips, y lo que se confirma en las mismas grabaciones se muestra que habla cómodamente con la otra parte en presencia de sus dos hijos”.